El viernes 30 de enero el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, anunció una serie de ajustes al gasto público, entre ellos la suspensión del tren México-Querétaro (que es, o era, uno de los proyectos de mayor relevancia para el gobierno de Enrique Peña Nieto) debido en gran medida a la caída de los precios del petróleo.
Este dos de febrero, desde dos frentes, se pidió a Peña Nieto explicar la cancelación de dicho tren rápido, obra que nació en medio de sospechas por un supuesto favoritismo en la licitación.
IFAI
Según El Universal, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó a Presidencia entregar, bajo solicitud de información ciudadana, el documento con la instrucción que dio Peña para la cancelación de la licitación del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro y el fundamento legal de esa acción.
“El asunto es de gran interés, tanto por los recursos que implica el desarrollo de este proyecto, como por el impacto que generará en materia de infraestructura y comunicaciones para nuestro país”.
“Por lo tanto, es importante que este proceso se conduzca de manera transparente”, dijo la comisionada María Patricia Kurzyn.
La instrucción incluye que Presidencia busque en las unidades administrativas competentes, es decir, en la Jefatura de la Oficina de la Presidencia y la Secretaría Particular del Presidente. En caso de que inexistencia del documento, el Comité de Información deberá emitir la respectiva declaración formal, debidamente fundada y motivada.
CHINA
De acuerdo con la agencia Reuters, el gobierno de China anunció este dos de febrero que lamenta la decisión de su similar mexicano de suspender un proyecto de un tren de alta velocidad de 3,750 millones de dólares y pidió a al gobierno federal tomar en cuenta los intereses de las empresas chinas que participaron en la licitación.
Según dicha agencia de noticias, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (principal agencia de planificación económica de China) pidió a México
“Lidiar de manera adecuada con la enorme mano de obra y dinero que las empresas chinas invirtieron en la licitación del proyecto”.
El Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, valorado en 3,750 millones de dólares, quedó en duda en noviembre de 2014 cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) anunció que el ganador del proyecto resultó ser a su vez el único postor que se presentó.
Si eso ya era motivo de sospechas, la polémica sobre el consorcio ganador, encabezado por China Railway, aumentó cuando se dio a conocer que Grupo Teya, una de las empresas que lo integraban, resultó ser filial de Grupo Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa, contratista del gobierno federal y dueño de la “Casa Blanca“, una mansión que la primera dama, Angélica Rivera, estaba adquiriendo.
El 6 de noviembre el gobierno revocó el fallo, el 14 de enero de 2015 la SCT volvió a lanzar las prebases para el proceso y el 29 de enero canceló finalmente la publicación.
Así pues, el tren México-Querétaro pasó de ocupar el papel de un proyecto que parecía una buena idea a ser el reflejo mismo del gobierno.