Si algo puede felicitárseles a las autoridades de nuestro país, es el reto que le imponen a la ciudadanía, a la que cada vez se le complica más calificar debidamente las brutalidades que constantemente cometen.
Como ejemplo está la administración, dirigida por Rafael Moreno Valle, que tras los lamentables sucesos que derivaron en la muerte de un niño de 13 años a causa del impacto de una bala de goma… corrección: un cohetón –según dicen las autoridades-, lejos de intentar calmar los ánimos, los avivan con la recompensa que recibieron los policías que fueron parte del operativo realizado contra pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.
Así es, según información de e-consulta, elementos que sirvieron para reprimir la protesta realizada el pasado 9 de julio, en donde el niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo fue herido en la cabeza, lesión que a la postre le provocó muerte cerebral, fueron recompensados con un bono de 12 mil 500 pesos, “estímulo económico” que mensualmente la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado otorga a policías que sean partícipes de operativos, detenciones o acciones relevantes…
Y mientras el pueblo aplaudía a los “héroes” que fueron reconocidos, el titular de la SSP local, Fausto Rosas, compareció ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para “explicar” algunos detalles sobre lo ocurrido en el desalojo de la carretera Puebla-Atlixco… sin embargo, poco pudo decir sobre el supuesto uso de balas de goma y gases lacrimógenos … pero se comprometió a entregar en los próximos días un reporte por escrito, en el que constarán los nombre de todos los policías que participaron en tan exitoso operativo.
Aunque se desconoce a cuántos agentes se les hizo entrega de su recompensa, fuentes de la SSP señalaron que quienes fueron elegidos dijeron estar “tranquilos”, ya que de realizarse algún tipo de acusación en su contra, en teoría la misma suerte correrían los altos mandos que dirigieron el operativo… y como está la impartición de justicia en la actualidad… pues luce difícil.