Luego de que personal de Presidencia avisara que el Ejecutivo no iba a poner un pie en el estado en el que la cosa está que arde, porque según había “malas condiciones meteorológicas”, ahora –de lejitos– el presidente pide que el gobierno de Guerrero se haga responsable de la ola de violencia que se vive… eso sí, él ofrece todo su apoyo.
Quizás para excusar su negativa a presentarse en Acapulco, el propio Peña Nieto señaló que “es muy claro que el gobierno federal no puede sustituir las responsabilidades de los gobiernos estatales (…) Me parece que es muy lamentable lo que ha ocurrido, me parece que es un hecho que merece toda la investigación a fondo y a profundidad para deslindar responsabilidades, saber quiénes fueron los responsables de la ley en este caso”.
Lo anterior pueden considerarse las primeras declaraciones del Ejecutivo al respecto de los hechos ocurridos el pasado fin de semana en Guerrero: primero, el viernes, policías municipales y un grupo armado atacaron a estudiantes normalistas de Ayotzinapa, esto en el municipio de Iguala. Resultado de la agresión se tuvo un saldo de seis muertos y varios jóvenes desaparecidos, de los cuales apenas ayer se localizaron algunos.
Posteriormente, el domingo, a plena luz del día, fue ejecutado por tres sujetos el secretario general del PAN en Guerrero, Braulio Zaragoza Maganda; homicidio del que hasta el momento las autoridades no han ofrecido avance alguno.
Pero bueno, aunque para el ojo común el gobierno federal ni las manos mete, para el ojo observador, el gobierno federal trabaja de manera coordinada y apoya en las tareas de seguridad y –subrayó el presidente– en el caso de los hechos ocurridos en Iguala “la Secretaría de Gobernación estará atenta a lo que acontezca”… entonces habría que preguntar por qué Guerrero –pese a la intensa violencia que atraviesa desde hace tiempo– no es punto de operativos como los que se implementan en Michoacán o Tamaulipas… por ejemplo.
Y mientras EPN gasta su valiosa saliva aludiendo a la responsabilidad de las autoridades locales…
El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, pidió licencia para ausentarse de su cargo por 30 días… pero no lo hace porque quiera desaparecerse en lo que se calman las cosas, no… lo hace para –según– facilitar las investigaciones que se realizan. La petición del alcalde ya fue aprobada por unanimidad en sesión de cabildo.
“Creo que hay un compromiso moral y también una responsabilidad legal, creo yo que el Presidente (Municipal) debe separarse de su cargo, debe pedir licencia a efecto de facilitar la investigación de los hechos”, aseguró Abarca en rueda de prensa, en donde también dijo tener la conciencia tranquila ya que nada tuvo que ver con lo ocurrido el viernes pasado en el municipio que gobierna… sin embargo, no estuvo presente en el cateo que elementos del Ejército y policía del estado realizó en su domicilio, del cual los uniformados se llevaron a tres empleadas domésticas y decomisaron teléfonos a un sujeto identificado como chofer del alcalde.
Según informa Proceso, las personas detenidas fueron trasladadas a la delegación de la PGR, mientras continúa la “cacería” en contra del alcalde, quien es buscado sus diferentes propiedades… lo bueno es que tiene la conciencia tranquila.
Por su parte, el gobernador guerrerense, Ángel Aguirre, ayer confirmó en entrevista radiofónica que sólo dos de los policías han sido señalados como responsables de los homicidios de los normalistas. Además el titular de la Procuraduría estatal confirmó que policías también pudieron haber disparado contra el equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo, esto tras darse una correspondencia entre los elementos balísticos que se han analizado. Después del ataque en el que murió un joven de 14 años, además del chofer del transporte, las autoridades deslindaron a los policías y responsabilizaron a un grupo armado.