Después de décadas de encontrar obstáculos para poder viajar fuera de la isla, los cubanos finalmente gozarán de una libertad relativamente más amplia a la hora de querer salir del país.
Como parte de una modernización de las leyes, el gobierno de Raúl Castro, quien tomó posesión en 2008, decidió eliminar los permisos para salir de Cuba.
Antes de esta reforma, que entrará en vigor en enero del próximo año, los cubanos tenían que pasar por un largo y costoso proceso para poder salir del país. La mayoría de los casos eran rechazados, pues las autoridades pueden actuar con base en leyes ambiguas o acusando a aquellos que lo solicitan como traidores de la revolución.
Ahora, los residentes permanentes de Cuba podrán salir de la isla con su pasaporte y visa, en el caso de que así lo pida su destino; y hasta podrán estar fuera hasta dos años, en lugar de 11 meses, sin tener que renovar sus papeles.
Esta medida se decidió después de que Raúl Castro comprendió que la mayoría de la gente que quiere salir de la isla no es por una cuestión ideológica, sino por cuestiones económicas.
Buenas noticias para los cubanos, ¿no?