La negligencia no tiene fronteras, los orfanatos ilegales son extremadamente comunes en China, por ello el gobierno chino aumentará el presupuesto destinado a ese rubro, este año.
El gobierno central de China destinará 365,7 millones de dólares este año en fondos de asistencia para menores huérfanos o afectados de VIH/SIDA. Estos fondos garantizarán los estándares de subsistencia básicos para 574.000 niños huérfanos o afectados por el VIH/SIDA en todo el país
De acuerdo con cifras oficiales del gobierno chino, el número de niños huérfanos ascendió a más de medio millón a partir del 2011 (el término huérfano, se utiliza libremente para incluir a los niños que han sido abandonados, incluso si sus padres viven), en chino la palabra huérfano: gu’er (孤儿) significa solitario.
Actualmente, las parejas chinas sin hijos pueden adoptar de cualquier fuente, lo que ha originado un floreciente mercado clandestino, alimentado por familias que quieren tener niños o gente que los compra para utilizarlos como mano de obra esclava. Miles de bebés, en su mayoría niñas, son abandonados cada año en China, que en los últimos tiempos ha endurecido también las reglas de adopción internacionales.
El sistema estatal de orfanato diseñado para atender a estos niños se distingue por una dicotomía rural/urbana. La mayoría de los orfanatos se encuentran situados en la ciudad y los niños abandonados en las zonas rurales (que representan alrededor del 85% de la población total de orfandad) no tienen acceso a estas instituciones estatales. Existe una variedad de programas de asistencia social en las zonas rurales para apoyar a los indigentes, incluyendo a los niños separados de sus padres, y muchos huérfanos son acogidos por familiares o vecinos.
A pesar de ese esfuerzo, hay una brecha notable entre el programa de bienestar de los huérfanos citadinos y el de los huérfanos rurales. Muchos de los orfanatos ilegales están a cargo de la iglesia católica clandestinamente. Frecuentemente, los niños residentes en estos orfanatos no registrados, no tienen estatus legal en China, debido a que sus identidades son desconocidas. Esto significa que el acceso a la educación, la salud y el empleo resulta problemático para estos niños.
En algunos de los orfanatos “privados”, la atención es buena, en comparación con el nivel de vida local. Aunque también están los que no cuentan con las condiciones adecuadas, como los orfanatos subterráneos, que con frecuencia no pueden pagar por el carbón suficiente en invierno, lo que significa que los niños mueren de hipotermia. En otros casos, los niños con parálisis cerebral son rutinariamente atados a sus sillas, ya que sus cuidadores inexpertos o no conocen otra forma de que los niños no se dañen.
La mayoría de los niños de estos orfanatos son discapacitados (un factor clave detrás de su abandono) y con necesidades de atención médica, algo que con frecuencia no es posible darles, debido a su aislamiento rural y la falta de apoyo a los hogares, en un sistema en el que un número incalculable de niños están siendo atendidos en instituciones no reguladas, en la que la única salvaguardia contra la corrupción y el abuso son los códigos morales personales de los implicados.
Estos hogares suelen interactuar con el gobierno local, debajo del agua, negociaciones informales, flexibles y paternalista con los funcionarios locales, y mediadas por las estructuras de poder y capacidad. Así, mientras que la ley exige una certificación, aprobación y supervisión continua para establecer un orfanato, los funcionarios locales ampliamente se hacen la vista gorda, un orfanato “ilegal” es visto como ” legítimo “(social y políticamente).
Anteriormente, los orfanatos chinos se encontraban en condiciones deplorables e infrahumanas, para darse una idea vean el siguiente video que muestra la realidad de los orfanatos chinos en los 90.
Vía: The Diplomat