Los hospitales, escuelas, colonias y calles de nuestro país están todos tapizados con nombres de próceres de la patria, políticos, funcionarios públicos y miembros del jet set. Junto a los Emiliano Zapata, Miguel Hidalgo, Ignacio Allende , Ricardo Flores Magón, Lázaro Cárdenas y Francisco Villa también tenemos a los Carlos Hank, Alfredo del Mazo, Emilio Chuayfett y hasta Pedro Joaquín Coldwell.
Este fin de semana la revista Newsweek en español publicó un reportaje titulado “El soberbio acto de nombrar: los políticos y sus calles”, en el que revela que algunas calles en varias ciudades de la República Mexicana están nombradas en honor a personajes como Javier Duarte de Ochoa, César Duarte Jaquez, Andrés Granier Melo, Eugenio Hernández, Mario Villanueva o Tomás Yarrington.
Así como lo leen: hay calles con nombres de políticos con procesos abiertos por corrupción y otros delitos, cuya existencia no es reconocida por las autoridades estatales y municipales, pero eso no importa, porque al final ahí están. De acuerdo con la investigación, este fenómeno se da en entidades que alguna vez fueron gobernadas por estos funcionarios y, en algunos casos, durante su administración, asunto que contraviene los reglamentos de nomenclatura.
En Veracruz, por ejemplo, el exmandatario Duarte de Ochoa, por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, tiene dos vías con su nombre. Su esposa, Karime Macías Tubilla, también tiene la suya, ubicada en el poblado Cirilo Vázquez Lagunes, en el municipio de Acayucan.
Andrés Granier Melo, exgobernador de Tabasco, detenido en julio de 2013 por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, tiene siete calles en el estado que gobernó. En Quintana Roo, el exmandatario Mario Villanueva Madrid, preso desde 2005 por los delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada y asociación delictuosas, tiene tres callecitas a su nombre en el municipio de Bacalar.
César Duarte Jaquez, exgobernador de Chihuahua, quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia y es acusado por el desvío de más de mil millones de pesos, tiene una vialidad con su nombre en el poblado Mariano Balleza. En este mismo municipio, el exgobernador tenía un rancho. En Tamaulipas, los exgobernadores priista Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores también tienen sus calles.
