El gobernador de Texas vuelve a dar la nota y, luego de pedir la reinstauración de la ley anti aborto, ahora hace que no haya broncas para los que, sin ninguna razón válida, deciden no vacunarse contra el COVID-19.
Con una orden ejecutiva, el gobernador de Texas, Greg Abbot, hace a un lado el mandato federal que establecía la obligatoriedad de la vacuna contra el SAR-CoV-2 entre los trabajadores del sector público y privado.
En la orden firmada por Abbot, se indica que ninguna entidad puede obligar a trabajadores (o consumidores) a recibir la vacuna contra el COVID-19.
Con lo anterior, se ampara a quienes se oponen a ser vacunados por razones médicas (lo cual es comprensibles)… pero también a quienes rechazan ser inmunizados por motivos de conciencia o por creencias religiosas.
En el comunicado compartido por el propio Greg Abbott se indica que esta orden ejecutiva anti vacunación obligatoria fue turnada al secretario en Jefe de la Cámara, así como al secretario del Senado, para que sea tema a discutir en la Tercera Sesión Especial. “La orden ejecutiva será rescindida con la aprobación de dicha legislación”.
El gobernador de Texas aclara que no es que esté en contra de las vacunas COVID-19. Para él, según, las vacunas son seguras, eficaces y la mejor defensa en contra del virus pandémico…
¿Y entonces? Bueno, pues pese a que tiene consciencia de que sólo con la vacunación se podría detener la pandemia, piensa que la aplicación de ésta “debe seguir siendo voluntaria y nunca forzada”.
El gobernador de Texas establece que cualquier entidad que presione para la aplicación de la vacuna anti COVID-19 será multada e, incluso, podría ameritar la cárcel... no importando que hay un decreto hecho por el mismísimo presidente Joe Biden. “Esta orden ejecutiva reemplazará cualquier orden en conflicto emitida por funcionarios locales en respuesta al desastre del COVID-19”.
Lo anterior hace suponer que habrá pleito entre Biden y Abbot… y sí, de hecho, el gobernador de Texas se adelantó y calificó el decreto presidencial como un mero acto de “intimidación” por parte del demócrata.
“En otro caso de extralimitación federal, la Administración Biden ahora está intimidando a muchas entidades privadas para que impongan mandatos de vacunas Covid-19, causando interrupciones en la fuerza laboral que amenazan la recuperación continua de Texas del desastre Covid-19”.
Hasta el momento la Casa Blanca no se ha pronunciado respecto a la forma en que el gobernador de Texas mandó a volar el decreto de Joe Biden.