Así como no existe el amor incondicional, el apoyo político también requiere un poco de flexibilidad… claro, de una parte más que de otra. Aquí un ejemplo de ello.
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, aseguró estar dispuesto a acompañar a los maestros en sus manifestaciones… siempre y cuando las hagan los sábados y domingos o después de las 6 de la tarde. ¿Así qué chiste?, dirán muchas, pero bueno, es eso o no contar con su amable presencia.
“Que los paros los hagamos los sábados y domingos y que en demandas de sus propuestas hasta yo los acompaño a marchas pero que sea sábado y domingo, de lunes a viernes a dar clases”.
Lo anterior lo solicitó (en buena onda) Aureoles al momento de participar en el programa de entrega de uniformes escolares… ya en caso de no aceptar, les recordó a los profesores que, aquellos que no acudan a laborar, tendrán un descuento en su salario. Es más, si tienen tras faltas podrían ser dados de baja.
Pero no es porque haya dejado de ser chévere. No: lo que pasa es que son las disposiciones federales y, como tales, tienen que cumplirse…
“Vamos a poner en marcha una cruzada, una campaña para que por muy legítimos que sean sus demandas no dejen de dar clases, total que el paro sea en días festivos, sábados y domingos o a partir de las 6 de la tarde pero que den clases”.
Además, para que la presión no sólo sea del lado del ejecutivo, el mandatario solicitó a los padres de familia sumarse al llamado para evitar el paro indefinido de clases que los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tienen programado para el 15 de mayo.