A todos nos enseñaron de chiquitos que el Estado mexicano es un Estado laico y que uno de los mayores logros de la Reforma fue lograr la separación entre la Iglesia y el Estado, bueno, parece que al gobernador de Chihuahua no.
O esto es lo que cree el Senador panista Javier Corral, ya que presentó el jueves 9 de mayo ante la Secretaría de Gobernación y la Subsecretaría de Asuntos Religiosos una denuncia en contra del gobernador César Duarte Jáquez, por violentar la Constitución y la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
Todo esto porque el gobernador participó en un acto religioso de la Iglesia Católica (llamado: «Consagración del Estado de Chihuahua al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María»), y lo hizo con carácter oficial ya que se consagró él mismo y al Estado de Chihuahua al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado de María (así es, no se equivocaron al leer).
Además, Corral señala, a su vez, como infractores al Arzobispo de la Ciudad de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann y al Obispo de la Tarahumara, Rafael Sandoval Sandoval.
Corral en una entrega para los periódicos de su entidad puso:
«Más de la vergonzosa utilización político-electorera de lo sagrado para el pueblo católico de Chihuahua y la penosa connivencia [sic] de los principales jerarcas del clero con la clase política priista, a la cabeza de ellos, Constancio Miranda Weckman, la tal consagración, hechos y dichos tanto del Gobernador como de los Obispos, constituye uno de los actos de mayor provocación al Estado Laico que se haya realizado en la vida pública de México; por lo menos en las últimas cuatro décadas. Contiene graves violaciones a la Constitución y a la ley de cultos, y desafía la histórica separación Iglesia- Estado, al poner en marcha una operación política para declarar, en los hechos, a la religión católica como oficial en el Estado de Chihuahua»
Todos sabemos lo escandaloso que resulta una declaración tal, sobre todo en un país como el nuestro, el cual fue pionero en separa Iglesia y Estado y permitir la libertad de culto. No sé cómo habrán tomado la actuación del gobernador las comunidades pertenecientes a otros grupos religiosos, o las personas si un credo establecido en Chihuahua, pero no les debió parecer bonito que su representante estatal hiciera una declaración como la siguiente:
«Yo, César Duarte Jáquez, por este medio me consagro a mí mismo, a mi familia, a mi servicio público a la sociedad: pido al Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi consagración, que me ayude y por intercesión del inmaculado corazón de María, le entrego a Dios y a su divina voluntad, todo lo que somos, todo lo que tenemos en el estado de Chihuahua»
El Senador que hizo la denuncia se declaró católico y dijo que por motivo de tal acto el gobernador y los obispos han violentado los artículos 24, 40, y 130 de la Constitución, así como los artículos 1°, 3°, y 29, fracción IX de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
«Si bien es cierto que César Duarte es libre de profesar la creencia religiosa que más le agrade y practicar las ceremonias religiosas, devociones o actos de culto público respectivo, también lo es que como Autoridad no debe señalar que su Estado y la sociedad se han destinado a una deidad, ente divino o Asociación Religiosa alguna, porque violenta los principios de tolerancia, libertad religiosa e igualdad consagrados en la Consitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, Tratados Internacionales y las Leyes del Estado Mexicano»
En la denuncia también se señala que en dicho acto participó el Obispo de la Tarahumara, Rafael Sandoval Sandoval, el cual dijo que se deben elegir gobernantes que «tengan sintonía con Dios, porque si no, nos van a destruir».
Como sea, uno puede escuchar a nuestros reformistas (no sólo a Benito Juárez sino principalmente a Ignacio Ramírez, el Nigromante, pues fue el principal propulsor del laicismo) retorciéndose en sus respectivas tumbas.
