Ayer se cumplió un mes de la desaparición del director del portal de Canal 6 Media TV, Salvador Adame, quien fue “levantado” por un grupo armado en las afueras de un negocio de su propiedad, en Michoacán.
Y “sorpresa”: a 30 días del secuestro, ni la Procuraduría General de la República ni la del Estado tienen avances significativos en las investigaciones que lleven a dar con el paradero de Adame. Vaya, ni siquiera tienen idea si el periodista sigue con vida o lo contrario. Recordemos que la PGJ quiso dar carpetazo al asunto diciendo que el caso posiblemente tuvo que ver con un lío de faldas… lo cual fue criticado al punto que la PGR tomó el caso, asegurando que la principal línea de investigación está relacionada con la profesión de Adame. Es decir, fue plagiado por informar.
El caso de Salvador Adame ocurrió en la misma semana en que fue asesinado Javier Valdez, fundador del portal sinaloense Riodoce, un hecho más que relacionado con la labor periodística. Por ello, el activista en derechos humanos y protección a periodistas, Patrick Timmons, apuntó la importancia de llevar el caso de Valdez ante cortes internacionales… sobre todo por la ineficacia para dar una respuesta por parte del Estado Mexicano.
“El estado mexicano debe cumplir en investigar, perseguir y sancionar a los culpables, no solo a los gatilleros, sicarios que asesinan a los compañeros periodistas, sino también a los autores intelectuales de esto, y el Estado mexicano tiene que responder en contra de la protección del derecho a la libertad de expresión de periodistas. No es suficiente que el Estado utilice a la Seido en contra del crimen organizado para indagar casos que están relacionados con la libertad de expresión”, cita El Debate a Timmons.
Adame y Valdez son sólo dos de los nombres más recientes relacionados con ataques a periodistas durante este sexenio. A ellos podríamos añadir a Miroslava Breach, Pedro Tamayo, Anabel Flores, Rubén Espinosa, Gerardo Nieto, Gregorio Jiménez y un total de 36 periodistas que, en lo que va de la administración de EPN, han sido víctimas de ataques contra su integridad.
Pero no hay bronca… bueno, sí la hay, pero no es para tanto. Entrevistado por El Universal, el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, aseguró que “no es el peor momento para periodistas en México”… pues qué les pasa. Sí estamos mal, pero –acudiendo al viejo recurso– ya hubo épocas más gachas.
Conviene decir que no es tampoco el peor momento, si revisamos las administraciones anteriores, los primeros cuatro años de la pasada administración hubo más periodistas que perdieron la vida en comparación con esta administración. En el gobierno todavía de Vicente Fox la suma es menor, pero en el último año de Fox hubo 10 periodistas muertos, entonces se trata de una realidad que venimos arrastrando desde hace tiempo, señaló el conchudo funcionario.
Además de lo anterior, Campa pidió analizar las muertes de los periodistas en el contexto de violencia que se vive en México. Es decir, es una violencia generalizada que, cabe señalar, antes tenía un saldo de 22 homicidios por cada 100 mil habitantes (siendo que la OMS señala que 10 casos por cada 100 mil cristianos puede considerarse como una epidemia). Según el de Gobernación, con EPN se ha conseguido bajar el saldo rojo a sólo 15 o 16 eventos por igual número de habitantes.
¿Entonces en qué quedamos? Bueno, Campa acepta que se vive violencia en el país y es en este panorama que los periodistas deciden arriesgarse a hacer su chamba. “En algunos casos, de manera explícita, estar al margen de las disputas de los grupos en las regiones, muchas veces con un carácter meramente informativo, significa respaldar la posición de un grupo, de dar a conocer un evento que éstos además perpetran también con una intención de propaganda”.
De acuerdo con Campa, la falla consiste en que no han podido ganarse la confianza de los periodistas… al menos no la suficiente como para dejarse maicear incorporarse al Mecanismo de Protección a Defensores y Periodistas. Porque eso sí, nadie que esté integrado a dicho sistema ha perdido la vida. “Los periodistas, por naturaleza, desconfían del gobierno y eso hace más difícil que se pueda dar este acercamiento”… por algo será.
Información: Proceso, El Debate, El Economista, El Universal