En marzo pasado nos enteramos que la candidata del presidente Donald Trump para dirigir la CIA, Gina Haspel, se había visto eclipsada ya que ella tenía relación con operaciones de tortura organizadas por el gobierno de Estados Unidos.
Gina Haspel estaba a cargo de una prisión secreta en Tailandia, lugar en donde se tiene registro de tortura en contra de los presos, incluso existen 92 cintas distintas de las actividades de la operación gringa.
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El pasado 9 de mayo Gina Haspel testificó frente al Comité de Inteligencia del Senado por las acusaciones de tortura en su contra y contrario de los que se pensaba, la oficial de inteligencia aseguró que “no cree que sirva la tortura” y se comprometió a no reanudar el programa de castigos físicos en contra de los prisioneros de guerra.
Gina Haspel, nominada por Trump para dirigir la CIA, asegura ante el Senado de EEUU que la agencia no retomará programas de tortura de detenidos; ¿cómo son estas “técnicas de interrogatorio mejoradas” de la CIA? #AFP @AFPgraphics pic.twitter.com/ZEXnjs9MfO
— Agence France-Presse (@AFPespanol) 9 de mayo de 2018
Es hasta hoy que se hizo pública una carta enviada por Haspel al senador Mark Warner, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia del Senado.
El contenido de la misma causó polémica: reconoció por primera vez que la implementación del programa para torturar e interrogar a los sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 no debió haber sido implementado.
“Con el beneficio de la retrospectiva y de mi experiencia como líder de una agencia, el programa de interrogatorio mejorado no es uno que la CIA debería haber emprendido” escribió Haspel.
Aseguró que aunque no va a condenar a aquellos que tomaron estas ‘difíciles decisiones’ y ha revisado la valiosa información que fue recopilada, el programa finalmente ‘dañó a nuestros oficiales y a nuestra posición en el mundo’.
Obviamente los comentarios hechos por la funcionaria fueron mucho más allá de lo que declaró ante el Comité de Inteligencia del Senado.
Si quieres echarle una leída a la carta, a la cual tuvo acceso CNN, pásale por aquí.