Como les informamos ayer, fue encontrada la segunda caja negra del Airbus 320 de Germanwings que hace unos días cayó en los alpes franceses ocasionando la muerte de 150 personas. Los datos que se pudieron recoger de ella, confirma que la caída de la nave se realizó de forma deliberada.
La información obtenida de la segunda caja negra del avión de la aerolínea alemana que se estrelló la semana pasada confirma la tesis que los investigadores han establecido desde hace días: el copiloto del avión, Andreas Lubitz, estrelló la nave contra las montañas a propósito.
Las primeras lecturas de la información del vuelo contenida en la caja encontrada ayer indican que Lebitz recurrió al piloto automático para iniciar el descenso hasta una altitud de 100 pies, para después modificar los parámetros y aumentar la velocidad del avión. El gabinete francés que está investigando la caída del Airbus 320 señaló que el copiloto imprimió velocidad en la caída del avión en varias ocasiones.
La segunda caja del avión de Germanwings fue encontrada ayer, en mal estado, pero funcional. Ayer también la fiscalía de Düsseldorf, Alemania reveló que Andreas Lubitz investigó en sitios de internet sobre diversas formas de suicidarse, así como sobre la seguridad en las puertas de las cabinas de aviones.
Por su parte, el diario The Independent informó que Lubitz tomaba medicamentos contra la ansiedad, como Lorazepam, en dosis con las que ni siquiera es recomendable manejar un auto. Aunque Germanwings no ha confirmado que el copiloto alemán sufriera depresión, los medios han reiterado que Lubitz fue tratado no sólo por esta enfermedad, también por trastorno maníaco depresivo y bipolaridad.
Por otra parte, las autoridades francesas han informado que se han hallado 150 muestras de ADN en el lugar del accidente, número que corresponde a la cantidad de pasajeros y tripulación que viajaban a bordo del Airbus 320; sin embargo, lo anterior no significa que todas las víctimas hayan sido encontradas.
Aunque la semana pasada fueron encontrados objetos personales de los pasajeros, entre ellos 42 celulares, “esos teléfonos están muy dañados y extraer información será en extremo difícil”, comentó el fiscal francés, Robin Brice.