El expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, dio la campanada con sus declaraciones de este jueves. El exmandatario, cree que Rusia sí se involucró en las elecciones presidenciales del 2016, las que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca.
“Hay una clara evidencia de que los rusos se entrometieron”, fueron las palabras de Bush, y así lo dice el Washington Post. Eso sí, también el expresidente aclaró que “si esta intromisión afectó los resultados, es una pregunta aparte.”
Rusia se entrometió en elección presidencial en EU: George W. Bush. https://t.co/92uyb3o4wH pic.twitter.com/VjAXGSztwq
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) 8 de febrero de 2018
Sin mencionar jamás a Trump, el antiguo mandatario dijo que es “problemático que una nación esté involucrada en nuestro sistema electoral”. También, aprovechó la oportunidad para ‘tirarle’ a Vladimir Putin: “Le duele la desaparición de la Unión Soviética, por eso, muchos de sus movimientos son para recuperar la hegemonía Soviética.”
Ya ‘calientito’, el expresidente Bush también habló de los problemas de migración en Estados Unidos. Mencionó que México es una “relación vital para nuestra (la de ellos) economía” y que es “muy importante que el sistema migratorio funcione bien”. En la conferencia, habló de sus fallas como presidente cuando “intentó, sin éxito” arreglar el “sistema roto” de la Unión Americana.
¡Y sigue! En la conferencia desde Abu Dhabi, Bush no podía dejar pasar el programa DACA y los sonados Dreamers cuando dijo que los migrantes están “dispuestos a hacer los trabajos que los americanos (estadounidenses) no quieren hacer” y que lo único que pueden hacer es decir “gracias y bienvenidos” a todos los que quieren trabajar. También, cerró diciendo que “Estados Unidos es su casa”, refiriéndose a los Dreamers.
George W. Bush says “there’s pretty clear evidence” that Russia meddled in U.S. election https://t.co/F79iqS6mLU
— Washington Post (@washingtonpost) 8 de febrero de 2018
Después de tanta declaración, Donald Trump no ha hecho ningún comentario —tampoco lo ha hecho Rusia— pero será difícil que la cosa quede así. Tanto el Kremlin como la Casa Blanca han negado todas las acusaciones de intromisión y una proclamación de este tamaño difícilmente se irá sin respuesta.
Trump, se enfrenta a un expresidente, que además forma parte de su mismo partido —republicano— y que está siendo crítico de sus propuestas y poniendo en duda su llegada a la Oficina Oval. Por su parte, Putin, con las elecciones en Rusia acercándose, se defenderá de las acusaciones de intromisión y sobre todo, a ver si de verdad ‘está ardido’ de la desaparición soviética.