Por Diego Castañeda

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana—llamada los años setenta—, hace 40 años, se estrenó Star Wars (más tarde se le agregaría el titulo de A New Hope y el número de episodio IV). En estos cuarenta años de dicha y diversión, el mundo, al igual que el universo de Star Wars, ha tenido cambios dramáticos para bien y para mal. Para celebrar los cuarenta años de la saga que tanto amamos, recordemos qué ha pasado en la economía del mundo durante todo este tiempo.

En 1977 los Estados Unidos se encontraban en medio de una fuerte inflación, unos años antes, en 1973, habían dejado el patrón oro y comenzaba a sentirse un fenómeno que se bautizaría como estanflación (estancamiento más inflación). Para cuando Star Wars llegó a los cines ya se encontraba en proceso el suceso de eventos que desplazaría al entendimiento keynesiano de la economía por el monetarismo de Milton Friedman y la crítica de Robert Lucas.

Esta nueva era en la economía coincidiría, más o menos, con el estreno de The Empire Strikes Back (se estrenaría 1 año después de iniciado el gobierno de Margaret Thatcher y ocho meses después comenzaría el gobierno de Ronald Reagan), el neoliberalismo, también llamado consenso de Washington, y las ideas de un Estado mínimo con baja intervención en la economía y un estado de bienestar reducido se volverían la ortodoxia dominante. El Reaganismo-Thathcherismo fue un verdadero contraataque de los intereses económicos de las élites sobre los trabajadores.

Para 1983, el año en que se estrenó Return of the Jedi, toda América Latina comenzaba a experimentar lo que se conoce como la “década perdida”. La crisis del petróleo de 1979 y las crisis de la deuda en el continente llevaron a la equivocada implementación de una serie de programas de ajuste estructural (SAPs) que consistían en reducciones drásticas en el gasto, apertura rápida de sus economías, despidos masivos en empleos públicos, todo para controlar la inflación y estabilizar las economías. El problema de estas medidas es que, por su velocidad y brusquedad, terminaron causando más daño que el que pretendían remediar. Hoy en día, economías como las de México siguen pagando el costo de estos programas en forma de un cambio en la trayectoria de crecimiento, un debilitamiento del Estado y el inicio de la explosión de informalidad que hoy observamos.

Tras el final de la primera trilogía de Star Wars (episodios IV al VI) comenzaría la época del universo expandido, novelas y cómics. La economía europea comenzaba a enfilarse hacia la integración eventual de la zona euro, Estados Unidos enfrentaba la primera oleada de la “economía del goteo” neoliberal que sólo incrementaría sus déficits y en América Latina se vivía aún la década perdida. Llegando los años noventa las cosas cambiarían en el mundo económico.

Con la década de los noventa llegarían el periodo de crisis financiaras y contagios masivos, como la crisis mexicana de 1995 y la asiática de 1997 (un periodo que abordamos la semana pasada). Llegando 1998 llegó un momento esperado por todo los fans de La guerra de las galaxias. Tras 16 años de espera, existiría una nueva película de Star Wars, el Episodio 1, en el año 1999. Ese año sería especial para los geeks del mundo, porque también se estrenaría The Matrix. México en ese momento se encontraba por iniciar un proceso hacia la llamada transición democrática que, en los hechos, terminó sólo en un cambio de partido en el poder y una gran decepción con el gobierno de Vicente Fox. La decepción causada por el gobierno de Fox quizá sólo es equiparable con la decepción que causó el Episodio 1, en ambos casos producto de los malos chistes, ocurrencias y falta de un buen guión (plan de gobierno) y buena dirección.

En el año 2001, además de la tragedia de las Torres Gemelas, ocurriría la primera recesión del nuevo milenio. Esta recesión habría de sembrar las semillas de la próxima crisis (la de 2008) al provocar una fuerte disminución de tasas de interés que facilitaría la burbuja inmobiliaria. En el universo de Star Wars, unos meses después, en 2002, se estrenaría Attack of The Clones, el Episodio II, en el que también se sembrarían las semillas de la gran crisis de la república en las guerras clónicas y en el eventual colapso de la república que se observaría años adelante.

En 2005 llegaría lo mejor que las precuelas nos ofrecieron: el Episodio III, Revenge of the Sith. En México, un año después se viviría la elección más cerrada de su historia, entre López Obrador y Calderón. Poco tiempo después, México iniciaría su propia “guerra clónica” en forma de la guerra contra las drogas. Desde ese momento el país comenzó una seria descomposición social que ha costado más de 150 mil vidas, 100 mil desplazados, así como más de 20 puntos del PIB perdidos entre inversiones espantadas, daños materiales y otras cosas. El nacimiento del imperio fue una catástrofe para la galaxia y la guerra contra las drogas una para México.

Durante los siguientes 10 años el mundo viviría la crisis financiera de 2008-2009, vería al primer presidente negro de los Estados Unidos, los dramas de la zona euro, el surgimiento Chino como potencia verdaderamente mundial y una recuperación tan lenta que aun hoy en día la mayor parte del mundo sigue sintiendo los efectos de la crisis de hace 9 años. En 2015, una vez más nuestro amado universo cinematográfico (y para ese momento también estaría presente en la TV con Clone Wars y Rebels) regresaría con The Force Awakens que, aunque criticada por tomar prestado demasiado de la trilogía original, hizo que los fans fuéramos felices una vez más.

En 2017, cumpliendo cuarenta años, el universo de Star Wars vuelve con el Episodio VIII, The Last Jedi, y coincide en tiempos con las renegociaciones del TLCAN (¿Será el último tratado?) y con un país que no termina de resolver sus problemas más importantes, como la falta de crecimiento, la desigualdad, la pobreza y la violencia. Por cuarenta años, Star Wars ha sido una fuerza constante en la vida de muchos de nosotros y durante ese tiempo hemos visto a la economía del mundo y de nuestro país cambiar radicalmente. Feliz cumpleaños, Star Wars, y que la fuerza nos acompañe en los cambios que han de venir.

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Diego Castañeda es economista por la University of London.

Twitter: @diegocastaneda

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