El pasado 1 de enero, como dándonos un panorama claro de lo que se nos viene en 2017, el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, ofreció su “solidaridad” a los mexicanos tras el gasolinazo, aunque justificó el aumento del combustible asegurando que, de mantener el “precio artificial”, se tendrían que haber elevado los impuestos o hasta recortar el gasto público en 200 mil millones de pesos (las cosas buenas no se cuentan, pero cuentan mucho). La medida adoptada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha resultado en varias movilizaciones y bloqueos en su contra.
De acuerdo con Ochoa Reza, la actuación del Gobierno de la República fue responsable, ya que con esta medida pudieron salvar los programas de seguridad social, atención a la pobreza y construcción de infraestructura (el progreso, la modernización y el bienestar llegarán a México… o tal vez no). Y más buenas noticias: según el líder priista, la competencia abierta que traerá consigo la reforma energética “se traducirá en mejores condiciones de calidad, servicio y precio” para todos.
El bendito gasolinazo (“es por nuestro bien”, dice la clase política que lo defiende) afectará de manera directa bienes y servicios que utilizan el combustible como insumo: como el transporte, la electricidad, productos químicos, productos de limpieza y medicamentos, además de golpear indirectamente bienes y servicios que usan el transporte para operar o para comercializar. Es decir: ¡ninguna industria se salvará de sus efectos! De acuerdo con expertos consultados por el periódico El Universal, la cuesta de enero de 2017 será la más pesada en 17 años.
La depreciación del peso frente al dólar, el aumento en el precio de los combustibles, además del incremento estacional en papeleos del gobierno (trámites, licencias, pasaportes y placas) resultarán en un aumento inflacionario, apuntan especialistas en la materia para el diario Excélsior. Según los expertos económicos, esta tendencia seguirá a la alza, al menos, hasta julio y descendería hasta el cuarto trimestre de 2017. ¡Y nosotros que nos quejábamos de 2016!
¿Quiénes serán los más afectados por estas medidas?
Aunque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aseguró en su informe semanal que el alza en los combustibles tendría menos impacto en los sectores menos favorecidos, el economista Julio Soto indica que los grupos más golpeados por el gasolinazo, sumado a los aumentos estacionales, será la clase media y las personas que tienen menos ingresos, ya que se verán afectados por el encarecimiento de servicios como el transporte público, el sector salud y la canasta básica.
