Aunque la mayoría de los legisladores haya hecho público su rechazo al incremento del precio de las gasolinas —que ellos mismos aprobaron— y algunos otros actores políticos se hayan solidarizado por la medida “responsable” que determinó el presidente Enrique Peña Nieto, resulta que nuestros senadores y diputados no han resentido el gasolinazo porque, claro, reciben gasolina gratis debido a una bondadosa prestación del Congreso. Tan sólo durante 2016, señala el periódico Excélsior, esta jugosa prestación ascendió a un monto de 13 millones 994 mil 573 pesotes.
En 2016, el Senado gastó 5 millones 367 mil 200 pesos por concepto de tarjetas electrónicas de gasolina. Para hacerle frente al gasolinazo, nuestros legisladores aumentaron el presupuesto para vales de gasolina: en la Cámara de Diputados enfrentarán el durísimo golpe que significa el incremento de precios de los combustibles con un monto de 9 millones 354 mil 159.59 pesos, casi dos millones más de lo que se destinó a esa misma prestación el año pasado.
Esperemos que logren sobrevivir a la crisis.
Los vales de los legisladores tienen cobertura a nivel nacional, aunque tienen la condicionante de no poderlos cambiar por efectivo (¡entonces no se puede!). Francisco Martínez Neri, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, señaló a la publicación que él cuenta con entre 10 mil y 15 mil pesos mensuales para comprar gasolina, aunque, eso sí, debido a la “coyuntura”, tendrán que analizar si se puede bajar el monto de ese gasto (¡entonces sí se puede!).
