El mismo día del lanzamiento de “Call Of Duty: Black Ops 2”, el australiano Okan Kaya decidió sentarse a jugar y romper un récord.
El fan de videojuegos de 28 años se sentó el martes pasado y no dejó de jugar hasta después de 135 horas y 50 minutos, rompiendo el récord de mayor tiempo jugando un videojuego sin detenerse. El récord anterior era de unas 120 horas.
Como es humanamente imposible sentarse y sólo jugar 135 horas, los muchachos de Guiness le permitieron tomarse 10 minutos de descanso por cada hora que jugara e incluso le daban chance de acumular horas para poder dormir. En cuanto al alimento e hidratación, estuvo comiendo pequeñas comidas y bebidas deportivas.
Quizá no fueron 135 horas estrictamente seguidas, pero pasar más de 5 días sentado frente a una pantalla no suena como algo que todos podrían hacer.
Les dejamos el trailer del juego con el que rompió el récord… ¿Si lo juegan un centenar de horas?