Nunca pensaríamos que los personajes favoritos de las caricaturas harían un mal a la sociedad o que arruinarían nuestra infancia, que se convertirían en unos viles y ruines ladrones, lejos del concepto en el que nosotros los tenemos.
Pero al parecer, Herr Nilsson tiene otro concepto de ellos y los plasmó en unos dibujos de nuestra caricaturas favoritas de la infancia, que pega en algunas paredes.
Vamos a comenzar por un animalito que va a sorprender a todos. En la película de Aladín, era el chango Abú, fiel seguidor del protagonista y ahora se ha pasado del bando de los malos con algunos artefactos bastante peligrosos en sus manos:
A casi 12 años de la caída de las Torres Gemelas en Estados Unidos, la gente aún cree que fue un acto terrorista comandado por Osama Bin Laden, pero la realidad es otra. El carisma y la creatividad de Mickey Mouse fueron piezas claves para aquel trágico 11 de septiembre.
¿Imaginan a Winnie Pooh de maldoso? Es complicado. Pero en la siguiente imagen lo podemos ver bastante tranquilo desde la ventana cuando lanza una bomba al equipo SWAT para tratar de exterminarlos. Todo por un mendigo tarro de miel:
Hoy las niñas son muy rudas, les venden las muñecas Monster High que están muy locas, en suplencia de las típicas Barbie o Nenucos, por lo que seguro las Princesas de Disney se pusieron a disgusto y decidieron ponerse las pilas de una forma poco ortodoxa:
Vaya manera de acabar con nuestra infancia, nosotros teníamos en otro concepto a estos personajes…
