Cayeron los récords; las medallas costaron sangre, sudor y lágrimas; la pasión y adrenalina estuvieron a flor de piel. Ni el más alto, el más grande o el más fuerte pudieron contenerse ante el adiós de Sochi.
Le decimos adiós al Mar Negro, a Hohenlohe, a la Selección Canadiense de Hockey, a la majestuosidad de los inmuebles rusos, a los atletas que formaron parte de esta belleza, a Vladimir Putin, al calor invernal, a todo eso que de alguna manera nos hizo vibrar durante 17 días, hoy no queda más que para el recuerdo.
Los nombres que destacaron en esta justa son muchos, las marcas que cayeron son casi incontables, las anécdotas pasarán a la historia como lo que son. Los recuerdos permanecerán y qué mejor que gracias a una imagen, una estampa de la belleza que representan los Juegos. Es así que Santiago Arau nos regala algunas postales de lo que se vivió durante los XXII Juegos Olímpicos de Invierno.
¡Que la disfruten! ¡Hasta siempre, Sochi!