Varios países de Europa se encontraban este domingo prácticamente paralizados por la ola de frío e intensas nevadas que en los últimos días, que provocó la muerte de casi 300 personas y dejó pueblos sepultados bajo la nieve.
El saldo de víctimas va en aumento y el domingo llegaba a los 297 muertos, en su mayoría en el Este del continente europeo, en especial en Ucrania y en Polonia, los dos países más afectados que suman 184 víctimas.