En los siglos pasados, el futuro era una gran incertidumbre para los hombres, si se basaban en la Biblia temían al Apocalipsis y el miedo que se repitieran acontecimientos azotaba los pensamientos de cada persona.
Cuando se paso al primer milenio, buscaron calmar la ira divina al construir catedrales que refirieran el poder de Dios en la tierra, pero cuando ya se iba a pasar a 1900 esto ya estaba más calmado.
Muchos dejaron fluir su imaginación, como Julio Verne, diversos artistas y hasta empresas de chocolate.
Un artista francés que imaginó el futuro de manera fantasiosa fue Jean-Marc Côté que en 1899 dibujó el año 2000 con muchos inventos que ya quisiéramos que existieran.
La mayoría de sus ilustraciones venían en cajas de cigarros y postales, que fueron presentadas en la World Exhibition de 1900 en París:
Los conocimientos se adquieren a través de una máquina que tritura libros y los transfiere por cascos a los niños.
Taxis aéreos (serían más eficientes que los de ahorita).
Policías y bomberos que vuelan.
La guerra del futuro sería en el aire (esto ya pasó).
El quehacer sería más fácil con este robot (la primera versión de Robotina).
Respecto a la agricultura, todo se manejaría apretando un botón, hasta los tractores.
Podríamos jugar croquet en el fondo del mar.
Los pollos saldrían de máquinas, casi como los nuggets de Mc Donald’s.
Esto si existe, es lo que conocemos como videollamada o Skype.
Un medio de transporte que es tren y barco al mismo tiempo, los transformers se quedan cortos.
***Vía: ABC.es