Danish Crown, es la cooperativa danesa dedicada a la cría, sacrificio, producción y comercialización de carne de porcino y se jactan de ser la compañía más moderna.
En un mundo ideal, los animales que comemos habrían tenido una vida digna, los mejores alimentos, un cuento la hora de acostarse todas las noches y kilómetros de espacio para vagar libremente antes de ser sacrificados. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros no estamos en un mundo así. La realidad es que la sociedad en que vivimos desea la carne en una escala masiva y por ello hasta los mataderos se han tecnificado. ¿Cómo es el proceso para disfrutar del suculento sabor de la carne de puerco que está en tu plato?
A pesar de ser un matadero parece más una fábrica de autos, en la que ensamblan cada una de las partes. Lámparas blancas, producción en serie, contenedores. No hay cerdos en el piso sacudiéndose mientras se desangran,todo está tétricamente tecnificado.
El procedimiento de insensibilización fue todo un logro después de muchos años de buscar opciones que mitigaran el sufrimiento del animal. En Medellín hay grupos de activistas en contra del consumo de carne. No han entendido que es un asunto natural, que comemos carne hace milenios y que los cerdos no son mascotas sino bienes de consumo.
Danish Crown es el mayor exportador mundial de carne de cerdo, el 90% de la carne de cerdo sacrificado en Dinamarca se exporta, el Reino Unido es el mercado más grande.
El matadero ha sido diseñado con la apertura en la mente, es decir que cada paso de la producción pueda ser observado, desde la llegada de los cerdos, la propia masacre, la carnicería y el embalaje. Danish Crown quiere invitar a la gente y decir “mira, así es cómo lo hacemos”.
Nos encanta la carne pero desconocemos su sistema de producción. En televisión podemos encontrar cómo se produce el cereal, el pan y cómo se cosechan las verduras, pero nunca veremos el capítulo de los mataderos. Es mejor que otro sujeto mate al puerco y bien lejos. La muerte no es asunto para ver.