En la ciudad de Yekaterinburgo, Rusia, se encuentra el cementerio más famoso de capos rusos. El fotógrafo Denis Tarasov, decidió retratar el culto que se las familias le rinden a sus mafiosos.
La localidad de Yekaterinburgo era conocida a principios de los noventa como La capital del crimen ruso. El auge de estos grupos se dio después de crisis económica que provocó la caída de la Unión Soviética, al estar desesperadas por dinero varias familias decidieron cometer actividades ilícitas. La estructura jerárquica y las costumbres son muy parecidas a la mafia italiana.
A continuación una galería de las mejores tumbas rusas (sin albur):