Dice el refrán que la burra no era arisca, sino que la hicieron… y así es como, en México, tenemos una tierra fértil para la desconfianza en las elecciones. Desde viejos fraudes hasta las clásicas movidas que escuchábamos de las casillas, desde los alarmistas mensajes de plumones que se borran —que no es cierto— hasta historias de profundas confabulaciones.
¿Qué pasaría, entonces, si echamos mano de la tecnología para pensar en el futuro de las elecciones o para darle más confianza a las votaciones?
No es que el papel sea obsoleto o que el futuro nos alcance este fin de semana, pero tal vez sea momento de pensar en la posibilidad de nuevas formas de votar como hacerlo desde nuestros celulares o comprobando nuestra identidad con algunos datos biométricos.
Así es como conocimos a una app mexicana que presenta, al menos un poco, la posibilidad de asomarnos a cómo podrían verse las elecciones. La aplicación se llama FAD Participación Ciudadana y está bastante interesante.
El proceso arranca cuando recibes un mensaje en tu teléfono invitándote a participar en las elecciones. En este caso eran unas elecciones empresariales, pero la misma tecnología bien podría aplicarse para las votaciones a nivel nacional para elegir diputados o presidentes. Ese mensaje iría acompañado de un link a su plataforma.
Una vez adentro, capturas en una fotografía tu credencial del INE.
Hasta ahí todo va normal, pero después empiezan los datos biométricos o las cosas más interesantes. Según la demostración, te tendrías que tomar una selfie para comprobar que quien tiene el teléfono es la misma persona que presentó la credencial.
De ahí viene lo que llaman “prueba de vida” que intenta descifrar que no haya fraudes digitales. Por un lado, analiza las características de nuestro rostro para confirmar que sí se trate de una persona real y no de alguna animación. Al mismo tiempo, te pide realizar algunos movimientos —como pestañear o abrir la boca— para que se compruebe que eres tú quien está frente a la pantalla.
Luego continua con un video de aceptación.
Si has intentado hacer algún trámite en el SAT seguro que reconoces ese paso. Es cuando te grabas, en video, diciendo frente a la cámara alguna frase específica. En este caso no tendrás que cantar una de Serrat o aventarte la de Buzz Lightyear —como a algunos les sucede en los trámites gubernamentales— sino que solo tendrás que decir que aceptas participar en las elecciones.
Finalmente presentarás tu voto digitalmente para que se registre en los conteos nacionales.
Entre algunas gracias, como la comodidad de no asistir a las casillas o poder votar en cuestión de minutos, una aplicación como esta permitiría conocer los resultados de las elecciones prácticamente en tiempo real.
Oye… ¿y sería seguro?
Ahí es donde empezaron algunas dudas importantes. Hemos escuchado casos de políticos que venden el padrón de electores por unos miles de pesos, ahora imagínate qué podrían hacer con toda esta información de millones de mexicanos.
Entonces le preguntamos a Carlos Chavarría, CEO de NA–AT Technologies, la empresa que desarrolló la app, todas las medidas de seguridad.
Nos explicaba que FAD Participación Ciudadana usa tecnología de Blockchain para evitar que se repitan los registros —votos dobles o masivos desde alguna granja—, al mismo que tiempo que hace que toda la información permanezca encriptada. “Nosotros no vemos ninguna información de las personas que votan”, comentaba Carlos. “Nada”.
Comenzó como una herramienta para validar contratos a distancia, pero con el tiempo fueron conociendo otros posibles efectos de la certificación digital de rostros y documentos. Uno de ellos sería, por supuesto, en las elecciones… aunque también nos contaban que podría validar hasta el Fan ID para entrar a un partido de futbol.
Eso sí, todavía hay algunos pasos para verla convertida en realidad en algunas elecciones en México.
Además de la aprobación oficial o que se sumen las autoridades electorales como el INE, pensamos en las dudas que generaría la campaña, las posibilidades de que alguien —ajeno a las elecciones— se quiera pasar de listo o la desconfianza de algún adulto mayor que no sea tan ducho para entrar a validar todo desde su teléfono.
Sin embargo, podría ser momento de pensar en cómo se verán las elecciones del futuro… si encontramos una manera segura, confiable y respetuosa de los datos personales, ¿valdría la pena olvidarnos para siempre de las boletas de papel en México?