Lo que necesitas saber:
En más de 50 años el futbol femenil en México no ha cambiado. Quedan muchos retos por cumplir como salarios dignos para las futbolistas y mucho apoyo.
Martha Coronado iba a cumplir 15 años cuando la seleccionaron para integrar el primer equipo de futbol de mujeres en México en 1970. Miah Zuazua tenía 10 años y ya estaba jugando en su primer equipo en 2009. Son casi 40 años de diferencia entre dos mujeres que decidieron entrarle al futbol femenil en México.
¿Qué ha pasado en todo ese tiempo? ¿Cuáles eran las condiciones para las mujeres en 1970 y cuáles son las condiciones en 2024? ¿Hubo una evolución? ¿Qué tan significativa?
En Sopitas.com tuvimos la increíble oportunidad de sentarnos a platicar con Martha Coronado y Miah Zuazua, ambas mediocampistas. Martha integró el primer equipo femenil mexicano que participó en el primer y segundo mundial femenil en los años 70-71. Miah inició en el fútbol en Estados Unidos y actualmente juega en el Club América de la Liga MX Femenil.
Y no solo eso, también nos echamos un cafecito con Adrianelly Hernández, periodista e investigadora deportiva que nos acercó a una perspectiva de las mujeres jugando futbol bastante interesante.
¿Cómo debe ser una mujer jugando futbol?
“Yo jugaba futbol desde que estaba chica en las calles, con mis sobrinos, con todos los vecinos de la colonia”, contó Martha con emoción al regresar el tiempo en la memoria.
Explicó que a ella la invitaron a entrar al Club América como porrista e incluso a veces viajaban en el mismo camión que los jugadores varones.
Poco a poco se creó la primera liga de futbol femenil que se llamaba América y de pronto ¡pum! les llegó una invitación para participar en el mundial de 1970 en Italia.
Participaron unas 500 mujeres de todo el país, de varias ligas, de las que fueron seleccionadas 16, entre ellas Martha, a quien apodaban ‘La Chispitas’ por su sentido del humor.
Para ese momento, en sus 14 años, ya había escuchado muchas veces que las niñas no jugaban futbol. Su familia siempre la apoyó con todo, situación que desafortunadamente no era la misma para todas sus compañeras.
“Yo estaba chiquita, el primer equipo en mi carrera se llamaba Revolución. Tenía 10 años. Cuando estaba más chica jugaba también con niños pero allá en Estados Unidos, cuando llegas a 10 años entras a ligas competitivas y tienes que jugar con niñas”, relató Miah Zuazua.
El papá de Miah jugó futbol a nivel semiprofesional en Estados Unidos, por lo que su hermano y ella siempre quisieron seguir sus pasos. Quería ser la primera futbolista profesional de la familia.
Su familia también la respaldó y la respalda en su sueño, pero allá afuera es distinto. Se ha enfrentado a la idea social de que las niñas no pueden o no saben jugar futbol como los niños.
“Siempre se escucha eso porque creo que es más intimidación. Como no le gustan que las niñas, a veces, son mejores que los niños, hay veces que eso pasa“, afirma.
La pregunta entonces es ¿por qué las niñas no podrían jugar futbol? ¿el talento es cuestión de género? Lo que tienen en común Martha y Miah es que ambas eligieron el camino de lo que querían ser, por que tal vez en ese momento decisivo el objetivo no era callar bocas ni demostrar nada, solo seguir un sueño que no tiene colores.
Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada por la emoción, Martha recordó ese momento.
Las jugadoras en 1970 que viajaron a Italia para el primer mundial femenil no tenían un sueldo, ellas compraron su uniforme y los zapatos.
“Hasta el día que salimos a Italia nos dieron uniformes que eran de hombre, como media hora antes de salir. El señor Enrique Borja, que le estoy muy agradecida, nos hizo el favor de darnos unos uniformes de hombre y pues ahí el que te quede como te quede”.
Recordó que viajaron muy limitadas, algunas ni llevaban dinero extra. Cuando llegaron vieron jugadoras “grandotas”, con uniformes muy bonitos pero no se sintieron mal porque iban a representar a su país. Las primeras mujeres.
Si bien ahora las jugadoras tienen un salario y uniformes, las condiciones en ciertas zonas del país no son muy distintas.
Miah recuerda que cuando jugó en Juárez las condiciones no eran las mejores, incluso en recursos básicos.
“Estábamos peleando por canchas, jugábamos en sintético, mi primer año y medio no había vestidores para nosotras. Los hombres sí estaban jugando en un estadio, entonces eso fue muy difícil para nosotras pero no pudimos decir nada porque no estábamos ganando y si no ganas no puedes pedir cosas“.
Si bien Miah Zuazua dijo que el Club América las cosas son distintas y sí cuentan con todo, reconoció que a la situación en general para el futbol femenil aún le falta mucho camino por recorrer.
“Lamentablemente, a las futbolistas les toca en algún punto este tema de que desvirtúen su trabajo en la cancha. Obviamente entendemos que la Liga empezó hace poco con más fuerza, pero de todas maneras hay muchas personas que se empeñan como en desvalorizarla“.
Miah se considera una mujer mentalmente fuerte, muy fuerte, pero a veces ella misma o sus compañeras batallan contra los comentarios negativos que son complicados de ignorar en redes sociales.
Pero la mediocampista no se enfoca en eso y trata de pensar en todo lo que la motiva “yo uso esos comentarios para para salir y jugar mejor, porque soy así“.
En este punto ambas jugadoras coincidieron… ¿cómo debe verse una futbolista mujer para que la tomen enserio por su talento y no por su apariencia?
“Yo corté mi pelo por muchas cosas, comentarios, quería que la gente se enfocara más en mi futbol, no en mis looks, no en cosas así. Porque creo que en este país es mas así como venden más cosas de mujeres, porque es más fácil, ganan más dinero”, explica Miah.
Martha recuerdó que a ella siempre le gustaba estar bien arreglada, peinada, usaba el cabello largo y se maquillaba porque en ese momento así era como debía verse una mujer, no había de otra.
Solo tenían dos uniformes por lo que después de usarlo había que lavarlo y tenerlo listo para la siguiente puesta. Incluso ellas eligiendo jugar en los primeros mundiales femeniles de futbol “había otra mentalidad” sobre lo que una mujer podía y no podría hacer, cómo se debía comportar, etc.
El camino para un salario digno para las futbolistas
Más de cien mil personas llenaron el Estadio Azteca en la final de la Copa 71 ¿Se imaginan? El partido fue disputado por las selecciones femeniles de Dinamarca y México, que se quedó con un subcampeonato con sabor histórico.
Sin embargo, pese a los resultados de esta aventura mundialista, no pasó mucho con el futbol femenil en nuestro país.
A 53 años de la hazaña de las integrantes de la selección femenil de futbol, en México estamos casi casi ante los mismos retos.
Falta de salarios dignos para las futbolistas o la falta de apoyo en cuanto a la infraestructura.
Es decir, los campos y las canchas donde se disputan los partidos —sin mencionar los casos de acoso laboral o sexual que han sido denunciados en todo el mundo.
En el caso de México en la Copa 71, la historia la hicieron un grupo de jóvenes jugadoras que financiaron su propia participación en la segunda edición, pese a que su imagen se utilizó en publicidad, en la tele, prensa y las entradas de los partidos se vendían.
A pesar de toooodo eso, las jugadoras no recibieron ni un centavo —en aquella época se mencionaba que era por la cuestión amateur.
Si volteamos la página hasta llegar a 2024 vemos que apenas México está caminando hacia dignificar la labor de jugadoras —y deportistas en general— con una iniciativa que va por un salario base, además de prestaciones sociales. ¿La razón?
“Yo creo que en el imaginario social de muchos de los hombres que deciden en el futbol todavía está este pensamiento como de no ‘deberían ganar ni siquiera un salario’ o lo suficiente o más porque son mujeres y ‘porque todavía son amateurs”, nos explicó a Adrianelly Hernández, periodista e investigadora deportiva.
Para Adrianelly, si bien esta iniciativa que fue aprobada en el Senado —aún falta la Cámara de Diputados— ha sido un gran paso, a México le falta un montón para cambiar el panorama de adversidades.
Sobre todo para alcanzar un “pensamiento social generalizado de que las mujeres también pueden ser profesionales de futbol”.
O sea, todo está en la perspectiva de ver las cosas. En este caso de ver a las mujeres en el futbol mexicano.
La periodista nos explicó que para hacerlo, además de iniciativas como las que están en el Senado, es necesario que los equipos de la liga MX Femenil le metan más punch.
“Para que la liga en general crezca tendríamos que tener más equipos apostando como los primeros seis de la tabla”.
Un ejemplo que nos dio Adrianelly es el equipo femenil de Chivas, cuya directiva ha apoyado con todo, obteniendo como resultado entradas de miles de personas en su estadio; mientras que en el Atlas pasa lo contrario.
Y si bien pasó el tiempo, las desigualdades de apoyos han seguido latentes. Hasta 2021, el salario de una jugadora de primera división en México iba de 2 mil 500 a los 30 mil pesos, teniendo como promedio los 3 mil 700 —con las diferencias en la infraestructura de los equipos que ya les contamos.
Propuestas para mejorar el futbol femenil en México
Desde finales del 2023 e inicios del 2024, tanto la Concacaf, la FIFA y la propia Liga Mx han presentado varios proyectos que cumplen con su intención de reforzar y seguir impulsando el futbol femenil, como la Copa Oro W en la que la Selección Mexicana quedó en cuarto lugar.
La Concachampions Femenil con la participación de seis equipos mexicanos que tendrá partidos en calidad de local y visitante un paso enorme para darle más visibilidad a la competencia.
La Summer Cup que enfrenta a lo mejor de México contra lo mejor de Estados Unidos y, claro, la llegada del Mundial de Clubes Femenil.
Estos torneos dan la oportunidad a nuestras futbolistas de demostrar su nivel real de competencia, ya que desde la creación de la Liga Mx en el 2017, extrañamente la Selección Mexicana se ha perdido dos ediciones consecutivas del Mundial Femenil y una de los motivos podría ser justamente la falta de fogueo.
Antes de la Liga, la Federación Mexicana se daba a la tarea de buscar jugadoras con el pasaporte mexicano por varias partes del mundo para completar el equipo, algunas ya tenían una carrera dentro de las canchas y aunque varias no supieran cantar el himno, eran seleccionadas para jugar.
Mientras que ahora las jugadoras del territorio nacional, la mayoría que comenzó jugando en equipos varoniles sin tener una formación adecuada, solo han tenido la oportunidad de enfrentarse entre sí y no de cruzar las fronteras como sucede en otras regiones del mundo.
Una de las soluciones a este problema es comenzar a formar a las futbolistas desde que son unas niñas, tal como sucede en el caso de los niños que van jugando desde que son muy pequeños en las fuerzas básicas. Una iniciativa en la que Miah Zuazua y Martha Coronado han coincidido.
“Y poco a poquito irlas entrenando para una selección mayor, como en Estados Unidos, desde desde Educación Básica les dan la clase de futbol”, dijo Martha.
Miah explicó que en Estados Unidos “Cuando llegas a diez años o sub diez, tienes que ir a competir”, con un equipo femenil bien formado, ese programa le ha dado resultado a la NWSL y su Selección, pues en sus vitrinas presumen cuatro Copas del Mundo.
Para alguien que ha tenido la oportunidad de jugar en ambas ligas como Miah, es fácil notar la diferencias en cuanto a la formación de futbolistas, mientras que, en el país vecino se enfocan en la velocidad, en México tratan de sacar provecho al control del balón.
“Aquí enfocan más la técnica y es lo más importante, porque no tenemos mucha altura aquí en México”.
Aunque no podemos negar que las iniciativas son interesantes, la realidad es que apenas cinco o máximo seis de los dieciocho que componen la Liga MX serán los que tengan ese crecimiento.
Los pocos a los que sus directivas se preocupan en invertir y darles las herramientas necesarias a sus jugadoras como Tigres, Rayadas, América, Chivas y Pachuca, mientras que el resto será resultado del rezago deportivo.
Un mensaje para el futuro en el futbol femenil de México
“Yo pienso que lo primero es creer en ti misma, ser tú misma, siempre aquí y en donde quiera que vayas y demostrar que México es México”, nos dijo la chilanga Martha Coronado, cuyo mensaje va especialmente dirigido a las nuevas generaciones de niñas y adolescentes que sueñan con la Liga MX femenil.
Ya que las nuevas generaciones tienen la opción de ser futbolistas profesionales, algo que antes ni siquiera estaba dentro de lo ‘permitido’. De hecho el mensaje de Miah Zuazua hace eco al de Coronado:
“Siempre vas a tener obstáculos y tienes que ser muy fuerte mentalmente porque cuando estás en este lugar es mucha responsabilidad. Lo más importante es la confianza en ellas mismas.”