Si para muchos caer en el “Torito” es una anécdota digna de presumir, el castigo que recibió este chavo es como para no volver a tomar, manejar o intentar salir a la calle.
“Así es. Les dije a mis jefes que me iba al cine, pero en realidad me fui a chupar con mis valedores. Y hasta dinero y la nave me dieron para ir a cotorrear”, puede ser la anécdota que con el pasar de los años cuente el hijo de María Elena Sánchez… para su desgracia, su madre, la gente del MP y varios millones de lectores saben el resto de la historia.
Lo que realmente sucedió fue que el joven de 16 años que, por tratarse de un menor de edad, fue identificado sólo como Sebastián “N” el sábado pasado efectivamente pidió permiso para ir al cine, pero en lugar de eso –o además- decidió que podía ir a echarse sus buenos alcoholes. La mitad de su plan iba bien.
Sin embargo, al filo de la media noche fue detenido en el cruce de las calles Alfonso Reyes y Mazatlán –en el DF- por el alcoholímetro. Ahí el joven de 16 años que iba a bordo de un lujoso Mazda negro con placas TWT-7647 del estado de Puebla, fue sometido a la prueba etílica obteniendo un reprobatorio 0.57 por ciento de alcohol, por lo que fue remitido a las autoridades.
La historia seguía bien, al día siguiente podía haber presumido que como otros chavos locochones pasó algunas horas en “el Torito”… sin embargo, ya que se trataba de un menor de edad, se solicitó la presencia del algún familiar ante el juez cívico: de volada, en sólo unos minutos hizo su aparición la madre del “Sebas”, una mujer identificada como María Elena Sánchez.
La furiosa dama que creyó que su hijo andaba viendo “Los Muppets 2” o “Cásese quien pueda”, sólo se limitó a pedirle disculpas al juez y, ya que su querubín no iba a cumplir sus horas encerrado –al menos en las instalaciones correspondientes-, decidió enseñarle cómo se castiga a la gente para que realmente escarmiente y. previa autorización de la autoridad, procedió a darle sus buenas nalgadas al chavo.
El juez está analizando la conveniencia de solicitar la presencia de la mami de todo borrachín que caiga en el “Torito”, dado lo eficaz que parece ser la medida.