Como diría Homero Simpson: MMM…plástico.
La empresa austríaca Livin Studio, en conjunto con la Universidad Utrecht, lograron hacer crecer hongos comestibles capaces de descomponer el plástico y digerirlo como a medida que se desarrolla.
Los dos hongos principales que utilizaron los investigadores, ya son consumidos en distintas partes del mundo: Pleurotus Ostreatus o champiñón ostra y Schizophyllum Commune, que se come en Asia, África y México.
“Cultivamos principalmente el micelio (la estructura del hongo) en lugar de los cuerpos frutales típicos del champiñón, los hongos han demostrado su capacidad para digerir los materiales de desecho sin dejar de ser una biomasa comestible”
Los hongos son cultivados en vainas del tamaño de un huevo hechas con agar – una sustancia gelatinosa derivada de algas -, para simular las superficies naturales que el hongo crece tradicionalmente. El micelio es añadido a la vaina con algo de plástico.
Las vainas se dejan en una “esfera de crecimiento” cubierto por una estructura en forma de cúpula transparente para regular los niveles de humedad. El “alimento” de plástico para los hongos se esteriliza con luz UV en un compartimento debajo.
Conforme el cultivo crece, digiere el material de desecho y rellena las vainas. Una vez que las muestras se desarrollan completamente, sus contenidos se retiran y están listos para consumir.
El proceso de digestión completo toma un par de meses, pero el equipo de investigadores están analizando formas para acelerarlo.
También diseñaron una serie de artículos especializados para el consumo de este hongo. Una cuchara lunar que permite al usuario raspar los hongos, mientras que las pinzas se utilizan como palillos para pasar las vainas de un lugar a otro.
Idea millonaria para erradicar el hambre en un futuro cercano.