Lo que se esperaba que sucediera pero que se había retrasado por años finalmente llegó a encender las alarmas. Durante una reunión de ministros, el gobierno de Japón anunció que en aproximadamente dos años se iniciará a liberar agua tratada de la central nuclear de Fukushima al mar.
El gobierno explicó que desde el accidente de 2011, se han acumulado alrededor de 1.25 millones de toneladas en la planta nuclear , incluyendo el agua que se utilizó para enfriar la planta, así como la de la lluvia y el agua subterránea que se filtra todos los días.
Por años el gobierno de Japón ha buscado un desmantelamiento de la planta destruida pero el problema de la eliminación de agua contaminada de las instalaciones, administradas por Tokyo Electric Power, había sido un problema hasta ahora.
Las autoridades explicaron que el agua se ha tratado eliminando los isótopos dañinos y se diluirá además para cumplir con los estándares internacionales, por lo que después de estudios se determinó que la liberación oceánica no es un riesgo ni para los seres humanos ni para el ecosistema.
Durante años el sector pesquero y organizaciones en defensa del medio ambiente, con especialistas e investigadores, han denunciado que esto implicaría un desastre ecológico de magnitudes mundiales. El agua que equivale a 500 albercas olímpicas en su mayoría aún es peligrosamente radioactiva pero ahora el gobierno no tiene más espacio para construir más tanques.
Después del tratamiento que las autoridades afirman al que el agua ha sido sometida por años, lo que queda es un isótopo de hidrógeno natural, tirito, que es considerado “menos peligroso para la salud humana” y que las plantas nucleares en el mundo liberan como si fuera cualquier cosa al océano.
El asunto es que a pesar de que Tokyo Electric Power asegura que el agua ya está libre de contaminantes peligrosos, en 2018 tuvo que reconocer que el 70% del agua contaminada todavía tenía elementos radioactivos, incluido el estroncio 90, un elemento que puede causar cáncer.
Y aunque estos elementos radioactivos no estuvieran ya presentes, que el agua tenga tritio y carbono-14 aún es peligroso para los peces y demás ecosistema marino. Es por eso que el sector pesquero se ha opuesto por años a esta liberación de agua: si apenas se van reponiendo de los efectos del accidente de 2011, esto alargaría mucho más el proceso.
Un especialista de Greenpeace East Asia explicó a The Washington Post que le gustaría que esta liberación se retrasada por lo menos hasta 2035 para que el tritio se descompusiera, pero no sucederá.
¿Qué pasó en Fukushima?
Después de un terremoto de 9 grados y un tsunami en la costa noreste de Japón, se registró un accidente nuclear nivel 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares, específicamente en los reactores 1, 2 y 3. Este es el mismo nivel que alcanzó en 1986 el accidente de Chernóbil.
Con el tsunami después del terremoto se provocó una pérdida accidental de refrigerante que resultó en tres fusiones nucleares, tres explosiones de hidrógeno y la liberación de contaminación radioactiva de los reactores 1, 2 y 3. Afortunadamente ninguna de esas explosiones ocurrieron en los reactores o de lo contrario habría sido mucho peor: una explosión nuclear.
Días después del accidente, el gobierno declaró zona de evacuación con un radio de 20 kilómetros alrededor de la planta, con un total de 154 mil habitantes evacuados. Una gran cantidad de elementos radioactivos fueron liberados en ese momento al océano.