Por Fridays For Future México
En agosto de 2018 Greta Thunberg, una niña sueca de tan sólo 15 años logró lo que miles de adultos no han conseguido en mucho tiempo: que los políticos de todo el mundo pongan atención a la emergencia climática que enfrentamos y que millones de personas, particularmente niños y jóvenes, alcen su voz para protestar en contra de aquellos gobiernos y políticos que no hablan con la verdad y no toman suficiente acción para contrarrestar los efectos del cambio climático. Greta sustituyó asistir un día a la semana al colegio para llevar a cabo huelgas afuera del parlamento sueco, desde entonces, Fridays For Future, movimiento que encabeza la nueva generación, ha logrado hacer eco a nivel global sobre la lucha contra el cambio climático y la importancia del activismo político para su solución.
Años antes, en 2006, Al Gore, consiguió a través del arte que el mundo hablara sobre el cambio climático con el documental ganador de un Premio de la Academia, Una Verdad Incómoda, iniciando un debate público acerca de los riesgos asociados al cambio climático para nuestra civilización. El ex vicepresidente de Estados Unidos y Premio Nobel de la Paz comenzó su activismo ambiental desde la política y en 2007 fundó The Climate Reality Project para impulsar la conversación y convertir la conciencia en acción. Hoy, más de 17,000 líderes climáticos se han sumado a este movimiento, en 153 países tras haber sido entrenados personalmente por Al Gore, para educar al público sobre la ciencia, los impactos y las soluciones del cambio climático.
La razón por la que los esfuerzos de Greta Thunberg y Al Gore son tan relevantes en la agenda internacional climática son todas las personas que están detrás de ellos, apoyándolos, compartiendo sus visiones, marchando cada viernes sin importar el clima o el lugar del mundo en el que estén, y compartiendo información acerca de las soluciones en cada nivel de la sociedad.
Personalidades que van desde Leonardo DiCaprio hasta el Premio Nobel de Química, Mario Molina han llamado la atención sobre el cambio climático en un movimiento que no busca protagonismo sino combatir el calentamiento global a través de una masa crítica, por ser la amenaza más importante que enfrentamos como humanidad. Son los jóvenes quienes, como Greta, no encuentran sentido a seguir estudiando cuando los tomadores de decisiones son quienes no hacen caso de la ciencia y eso pone en riesgo el futuro de todos, pero particularmente de su generación.
El clima de la Tierra nunca ha sido estático. Está sometido a variaciones temporales como consecuencia de alteraciones en el balance energético, estos cambios suceden desde decenios hasta miles y millones de años. Este argumento suele ser uno de los que utilizan los negacionistas o escépticos del cambio climático, sin embargo, nuestro modo de producción y consumo están generando una alteración climática global súbita, que ya está provocando serios impactos tanto sobre la Tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
Greta Thunberg comentó incrédula que en su región, el cambio climático es un hecho y en nuestro continente aún se debate su existencia cuando deberíamos estar tomando acciones urgentes pues nuestra casa está en llamas. Para muchos, hay poco que hacer pues dirán que eres muy joven para votar, para interesarte en la política, otros que ya es muy tarde para que aprendas o hagas algo respecto al cambio climático. Sin embargo, tenemos las soluciones a la mano. Ya hay otras personas actuando y exigiendo soluciones para la crisis climática.
Ejemplos como el de Greta, que con tan sólo 16 años ha hecho que el mundo entero vea y escuche a miles de jóvenes representados en ella o el de Al Gore, que después de años en la política decidió trabajar para dar voz a otros sin importar su contexto, formación o edad, deben inspirarnos a contribuir, más allá de hacernos creer que con el esfuerzo de ellos basta.
Son personas como tú, que decidieron hacer algo y tomar el futuro en sus manos, las que harán que durante la Cumbre de Acción Climática en Nueva York la próxima semana, tenga como resultado acuerdos y compromisos que reflejen la urgencia de actuar ahora.
Este viernes 20 de septiembre, no es Greta ni Gore, sino somos todos quienes haremos que nuestra voz se escuche en la marcha global por el clima, para buscar asegurar nuestra supervivencia en el planeta.
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