Lo que necesitas saber:
30 años —muchas más, la mera verdad— llevamos chutándonos las frases más infames de los presidentes. En los peores momentos, sobre los peores temas y con la máxima indolencia.
Las frases infames de los presidentes de México. A veces, en tan solo unos segundos, los mandatarios nacionales nos regalan una mirada profunda a lo que —de verdad— piensan de las situaciones más dolorosas de nuestro país. Algunos se hacen como que la virgen les habla, otros reclaman y algunos más, de plano optan por sacar un chascarrillo ante la mirada incrédula del país.
Desde Salinas de Gortari hasta AMLO, pasando, por supuesto, por Peña Nieto, Calderón y Fox, acá les tenemos un recuento que les va a sacar bastantes corajes.
Pero, ¿una aclaración? Estas frases infames de los presidentes no son las que nos hicieron reír, tampoco las que recordamos por ridículas. Estas frases pasaron a la historia por su indolencia; por ser una salida cínica a los instantes más complicados de México.
“Ni los veo, ni los oigo”
Después de su sexto informe de gobierno, Salinas de Gortari fue abucheado en la tribuna. Después del evento, lo entrevistaron los periodistas para saber qué opinaba de la mala recepción. “Ni los oigo, ni los veo”, dijo el presidente.
Aquella frase marcaría su sexenio como el de un hombre que prefería ignorar las movilizaciones sociales, los reclamos populares y mucho menos escuchaba las demandas de las personas. Un monero en La Jornada, después, agregaría: “…pero bien que les atino”, haciendo referencia a que, a pesar de ignorarlos, era rebueno para reprimirlos.
“No traigo cash”
Hijo. Esta es histórica entre las frases infames de los presidentes, ¿no? Salida desde el espíritu mirrey de Ernesto Zedillo. Mientras una artesana le ofrecía una Virgen de Guadalupe bordada en una servilleta, se siguió de largo diciéndole: “No traigo cash”.
Aquel momento quedó grabado en el imaginario mexicano como una señal de su desconexión con las personas, de su torpeza al micrófono y la realidad financiera del país.
“Total, yo ya me voy”
Miren que Vicente Fox podría rellenar —él solito— un compendio de 50 páginas de frases infames de los presidentes, pero hubo una que, particularmente, dejó un pésimo sabor de boca en México.
“Ya digo cualquier tontería, ya no importa. Total, yo ya me voy”, dijo el presidente en una entrevista con EFE que sería transmitida por Telemundo. Esa puntada se la aventó ya que Felipe Calderón era el presidente electo y por supuesto que fue representativa de su poco cuidado al hablar y de lo poco que le importaban los resultados —no se rían— que dejó su gobierno.
“Los únicos ‘shots’ que recibieron eran de tequila”
Felipe Calderón es otro que tiene frases infames para aventar. Sin embargo, esta de los ‘shots’ de tequila mostró un lado indolente ante la violencia que se vivía en México.
Aunque los homicidios crecían exponencialmente en su gobierno, el presidente se puso en modo Don Comedia. En una conferencia platicó sobre los viajeros que llegaban a nuestro país. “Los únicos ‘shots’ que reciben los turistas son de tequila”, dijo.
“No hay chile que les embone”
Enrique Peña Nieto era experto en aventarse frases o errores que se convertían en meme, pero aquella de: “no hay chile que les embone” es particularmente infame. No por lo subidita de tono, sino por el contexto en el que se la aventó.
El presidente estaba peleando por el arresto de Javier Duarte. “Si no los agarramos, porque no los agarramos; si los agarramos, porque los agarramos”, complementó aquella vez el mandatario. Esta frase es tan recordada porque se burlaba de los casos de corrupción en su gobierno, de uno de sus cuates y además, de uno de los rostros que presumía como el Nuevo PRI.
“No oigo”
Cuando prefieres contar un chiste o hacerle como que no oyes, que responder ante un caso doloroso de violencia en México terminas en la lista de frases infames de los presidentes. Entonces, así fue como AMLO aparece en este terrible conteo.
Aunque también está aquella de las masacres y la risa, el presidente dijo que no escuchaba a los reporteros que le preguntaban, contó un chiste y terminó diciendo que se fueran a desayunar. ¿No les parece suficiente? Espérense: horas después, su vocero dijo que no era cierto… aunque obvio todos lo habíamos visto en video.
En fin, 30 años de frases infames de los presidentes y de respuestas “ingeniosas” a los problemas más graves de sus gobierno. ¿Qué opinan?