El nombre de Francisco Orihuela ha resonado en las últimas semanas en todos los medios. El video del joven vendedor de empanadas le ha dado la vuelta a la red y se han construido historias alrededor de su mito. Desde la búsqueda de un acaudalado empresario que le ofrecía trabajo y una beca —misma que no aceptó— hasta el precio de la fama que ha tenido que pagar el parlanchín y convincente mercader.
Lo más reciente sobre nuestro estimado Paco es que, al parecer, dejará en pausa por un rato el negocio de las empanadas debido a las reacciones que genera. El mercadólogo del futuro, originario de la Ciudad de México, señala que esta interrupción se debe a que han estado muy ocupados los últimos días, además del boom que se generó tras la publicación del la vaciladora grabación.
Paco dice que si ahorita va a la playa se va a “engentar” (llenar de personas) y quizá la gente se va a acercar a él a proponerle algunos negocios, mismos que no quiere aceptar debido que se quiere enfocar en su proyecto y su educación. Sobre el rechazo a las becas y apoyos que le han ofrecido algunos empresarios, el joven vendedor de 15 años dijo que “cuando sea alguien” quiere decir que lo consiguió con su sudor y sus lágrimas.
¿Cómo lo ven? ¿Qué les parece la mentalidad de este jovenazo? Por otro lado, ¿consideran que las figuras públicas que han hablado o se han acercado a Paco lo han hecho de manera sincera o solamente quieren salir en la foto? Por ejemplo, el pasado 28 de octubre el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, tuvo como invitado de honor en su Primer Informe de labores a Paquito.
En otro orden de ideas: ¿qué opinan de los fenómenos que se crean a través de las redes sociales? Apenas ayer leíamos las declaraciones de una de las primeras personas en ser evidenciadas por su trato prepotente, la denominada #LadyPolanco, quien cinco años después de haber cometido aquel “error brutal” sigue pagando caras las consecuencias de sus actos.
¿Cuál será el lugar que la memoria de los usuarios de las redes le den a Paco, el de las empanadas, dentro de cinco años? ¿Creen que todavía nos acordaremos de él? ¿O acaso su estrellato virtual será fugaz?
