A mitad del año pasado Arash Derambarsh, un hombre de 35 años, movió a Francia con una iniciativa que lanzó para crear una ley que impidiera a los supermercados tirar o desechar alimentos que no vendan y a cambio donarlos a organizaciones benéficas y a los bancos de alimentos.
Cuando Daerambarsh, concejal del municipio de Courbevoie, propuso esta iniciativa muchos se burlaron de él y lo acusaron de ser un ingenuo idealista, (chairo, como le llamarían aquí), ahora sólo unos meses después ha visto su propuesta convertirse en realidad, cuando el Senado francés decretó que a partir del miércoles los supermercados tienen prohibido tirar o destruir los alimentos que se quedan sin vender.
Gracias a esta ley, las organizaciones benéficas se verán favorecidas y podrán repartir millones de alimentos cada año a personas de bajos recursos que luchan día a día por tener algo qué comer. La iniciativa de Derambarsh estuvo impulsada por una gran campaña en la que participaron activistas que luchan contra la pobreza y ciudadanos interesados en el tema.
Ahora los activistas esperan poder persuadir a Estados Unidos a que imponga una ley similar y que esto se extienda por más países, pues no es posible que los supermercados desechen millones de toneladas de comida a diario, cuando hay gente en situaciones difíciles que puede aprovecharla.
La ley también dicta que los supermercados tienen prohibido echar a perder los alimentos, con el fin de evitar que sean donados a bancos de alimentos y asociaciones; esto después de que algunas de las cadenas de supermercados de Francia rociaron alimentos con lejía, otros dejaron los alimentos en depósitos cerrados para evitar que la gente los recogiera por la noche.
Ahora los jefes de supermercados que rebasen los 400 metros cuadrados tendrán que firmar contratos de donación con organizaciones benéficas, si no lo hacen las sanciones que deberán de pagar son de 75,000 euros o dos años de prisión. Por otra parte los bancos de alimentos están obligados a recoger y almacenar los alimentos en condiciones higiénicas y distribuirlos adecuadamente. Con esto los bancos de alimentos y organizaciones benéficas estiman entregar 10 millones más de alimentos cada año.
Estaría bien que el gobierno mexicano impulsara leyes similares para poder contrarrestar la situación de pobreza por la que atravesamos, en vez de dedicarse a modificar el reglamento de tránsito solo para obtener más dinero de los ciudadanos. ¿Ustedes qué opinan?.
