Mucho se ha polemizado sobre el fracaso de la llamada guerra contra las drogas. Pero tal fiasco en los intentos de acabar con el narcotráfico pudiera no existir, si en realidad las intenciones de las diversas movilizaciones que se han realizado para ese efecto fueran otras.
“(…) Todos saben que la prevención y el tratamiento es la forma más eficiente para abordar el problema de las drogas, y que operaciones en el extranjero es la manera más ineficiente. Uno tiene que preguntarse qué está en la mente de los planeadores ante tanta evidencia de que no funciona lo que dicen que están intentando lograr (…)”.
De acuerdo al lingüista y filósofo, las consecuencias predecibles de las políticas antinarcóticos que han sido realizadas, son claros indicadores de esas posibles “reales intenciones”. Como ejemplo, Chomsky comentó el envenenamiento a cosechas que se realiza en lugares de Colombia a través de la fumigación antidrogas, lo cual beneficia a los grandes intereses agrarios, en detrimento de los campesinos.
Señaló que en Estados Unidos dichas políticas están emulando lo sucedido después del fin de la esclavitud en la década de 1870, cuando se logró “resclavizar” a los afroestadunidenses por medio de su criminalización, de tal manera que el Estado fue el proveedor de trabajadores encarcelados, con lo cual las empresas no tenían que preocuparse de sindicatos ni contratos de ningún tipo. Esto fue clave para el desarrollo industrial de Estados Unidos, ya que estos nuevos esclavos fueron la fuerza laboral de aquel entonces.
Lo anterior, aunque tuvo una ligera pausa después de la Segunda Guerra Mundial, continúo en los años 70, en el que bajo el pretexto de la guerra contra las drogas, se reactivó el encarcelamiento masivo de afroestadunidenses y latinos.
Por otra parte, en el caso de América Latina, las elites se han beneficiado bajo el pretexto de la guerra anti narco, ya que se han podido anular esfuerzos económicos autónomos de diversas comunidades de la región.
Sin embargo, Chomsky destaca la creciente autonomía de Latinoamérica frente al poderío de Estados Unidos, lo cual señaló, los medios de comunicación norteamericanos no lo tienen registrado. Todavía no se entiende “que las cosas han cambiado”.
Tal giro se debe al cambio de conciencia popular dentro de la región, la cual ha instalado en el poder a “gente como ellos” -Inacio Lula da Silva en Brasil, Ollanta Humala en Perú, Evo Morales en el caso de Bolivia, entre otros-, y no a las elites educadas en el extranjero y provenientes de la clase dominante.
Tras décadas de políticas estadunidenses diseñadas para matar la esperanza
en América Latina, comentó Chomsky, ahora estamos ante un momento donde esa región ahora está inspirando la esperanza
para todos.
Tales pronunciamientos fueron realizados por el también activista estadunidense durante la celebración del 45 aniversario de la fundación de NACLA, en la que se otorgaron premios a Chomsky, Javier Sicilia y Eduardo del Río (Rius).
Vía: Jornada
