Después de semanas —meses— de sequía, de puras noticias complicadas y de una situación dificilísima de escasez de agua que resonó en todo México, llegó una buena noticia para Nuevo León. La tarde de este jueves, 28 de julio, por fin llovió en Monterrey y en otros municipios cercanos.
No, no es simulacro.
No son precisamente extremas, ni es un tormentón, pero algo es algo. De acuerdo con la CONAGUA, estas lluvias estaban pronosticadas y apenas llegaban a considerarse fuertes.
La lluvia en Monterrey viene acompañada de unos vientos de hasta 60 kilómetros que han ayudado a que llegue a toda la zona metropolitana y municipios cercanos que también la estaban pasando bastante gacho. Su llegada se debe a una combinación de la Tormenta Tropical Frank en el Pacífico y a los canales de baja presión que llegan desde el sur por la Onda Tropical No. 17.
Protección Civil de Nuevo León le pidió a la gente mantenerse atentos a los anuncios oficiales.
Esa misma lluvia llegó a Galeana. “Actualmente se registran lluvias de ligeras a moderadas en zona sur del Estado, principalmente en municipio de Galeana también teniendo reporte de precipitación en zona montañosa con dirección al municipio de García”, explicaron las autoridades.
De acuerdo con El Norte —el primo regiomontano de Reforma— estas lluvias seguirán el resto de la noche.
Mientras esperan que la esperada lluvia en Monterrey ayude a alivianar un poco la crisis de sequía o falta de agua que se vivía en sus presas, la situación sigue siendo extraña. ¿Quién habría esperado que a estas épocas del siglo XXI estaríamos celebrando la caída de agua?