El fotógrafo suizo Thomas Barbey, disfruta salir a las calles con su vieja Canon AE-1, y por más de 20 años ha viajado por el mundo tomando fotografías, para después combinarlas y crear situaciones surreales con la ayuda de una amplificadora en el cuarto oscuro.
Su trabajo tiene un estilo muy peculiar, gracias a que le gusta trabajo con el blanco y negro, incluyendo de vez en cuando algunas tonalidades sepia, logrando imágenes que transportan a un mundo imaginario que muchos quisiéramos que existiera de verdad.
La mayoría del tiempo Thomas visualiza lo que quiere plasmar y logra. Pero en muchas otras los accidentes han llegado a ser sus mejores aliados en el proceso de creación.
También el fotógrafo tiene la fortuna de poder viajar 2 o 3 veces al año, para tomar fotografías de diferentes cosas y lugares. con la finalidad de utilizarlas únicamente cuando él considera que encajan de verdad, como la pieza correcta en un rompecabezas.
Su trabajo lo realiza interviniendo los negativos en forma separada y cuando llega a su mente una idea, regresa a buscarlos para crear su impresionante trabajo, minucioso, rudimentario, inusual y artesanal.