El fotógrafo de la agencia de información The Associated Press Burhan Ozbilici narró su experiencia durante el asesinato del embajador ruso Andrei Karlov, el lunes 19 de diciembre, durante una exposición fotográfica en la ciudad de Ankara, Turquía. El fotoperiodista contó a detalle el atentado que terminó con la vida del diplomático ruso clave en la reanudación de relaciones con los turcos: “estaba asustado y confundido, pero me pude cubrir en parte detrás de un muro e hice mi trabajo: sacar fotografías”.
Ozbilici relata que el evento parecía de rutina, una muestra fotográfica más, y que cuando vio a un hombre trajeado que sacó una pistola pensó que se trataba de una representación teatral. En cambio, se trató de “un asesinato calculado con frialdad, que se desarrolló frente a mí y otras personas”. El fotógrafo cuenta que el atacante efectuó al menos 8 disparos y que los asistentes —atemorizados— trataron de resguardarse detrás de las columnas, debajo de las mesas o yacían en el suelo.
El fotorreportero de la agencia AP admite en su texto que después de que el policía identificado como Mevlut Mert Altintas abriera fuego contra Karlov, pensaba en que era periodista y que tenía que cumplir con su trabajo “incluso si me disparan y me hieren o me matan”, además que no tendría una respuesta apropiada si le preguntaban más tarde “¿por qué no tomaste fotos?”. En su mente aparecía, afirma Ozbilici, el recuerdo de amigos y colegas suyos que murieron tomando fotos en zonas de conflicto.
El tirador gritó consignas sobre la ciudad siria de Alepo, aunque según el fotógrafo también pronunció las palabras “Allahu Akbar” (“dios es grande”, en árabe). Cuando Mert Altintas caminaba alrededor del cuerpo del embajador ruso en Turquía, Ozbilici aprovechó para acercarse y fotografiar al agresor. El agresor le dio a los asistentes de la exposición De Kaliningrado a Kamchatka, en los ojos de los viajeros la orden de retroceder. Después los guardias de seguridad pidieron desocupar la sala y “nos fuimos”.
Al llegar a la oficina para editar sus fotografías, Ozbilici se dijo sorprendido sobre la postura del responsable del atentado, pues aparecía “como un amigo o un guardaespaldas” detrás del embajador Andrei Karlov mientras este daba su discurso en la exposición.
