Hace una semana, la Fiscalía de Durango aseguró que tenía los pelos de la burra en la mano para acusar a la médica Azucena Calvillo de homicidio calificado en grado de tentativa. Pero, pues parece que a la mera hora siempre no.
De acuerdo con El País, la Fiscalía de Durango retiró los cargos que hace unos días le echó a Calvillo. El pasado martes, la titular de la institución, Ruth Medina Alemán, aseguró que la médica había desconectado al magistrado Héctor Emanuel Silva Delfín del respirador que le ayudaba a sobrellevar las afectaciones del COVID-19.
“Ella también llevaba una jeringa en la cual llevaba una sustancia que está siendo analizada, la cual también intentó aplicarle. En algunos de los videos se escucha que alguien menciona su nombre en el momento que ella ingresa de manera apresurada”, acusó la fiscal.
Para sostener estas declaraciones, la Fiscalía de Durango supuestamente contaba con testimonios y, sobre todo, con material obtenido de las cámaras de seguridad. En una de las grabaciones, explicó la fiscal, se podía ver a la médica ingresar al hospital por un acceso exclusivo para autos y en un horario que no le correspondía. Esto no despertó sospechas en el personal de seguridad, dijo la fiscal, ya que conocían e identificaron de vista a la médica.
Fiscalía de Durango habría caído en irregularidades
Tras la detención de Calvillo, familiares y conocidos (además de personal del sector salud) manifestaron que la médica había sido incomunicada ilegalmente. De hecho, horas antes de que la fiscalía diera a conocer la acusación en contra de la doctora, se creía que se encontraba desaparecida.
Debido a lo anterior, el caso de Azucena Calvillo cobró relevancia y levantó sospechas de presiones por el hecho de que el magistrado al que la médica habría agredido es hermano de la que hasta enero pasado era delegada del IMSS en Durango, mismo cargo que ahora tiene en Tamaulipas.
Pero si de presiones hablamos… tras salir bajo fianza, Azucena Calvillo se reunió con el gobernador de Durango, José R. Aispuro, quien se comprometió a que haría que la fiscalía llevaría el proceso en su contra con total apego a la ley.
Horas después de la reunión de Calvillo y el gober, la fiscalía le echó un ojo a las investigaciones y como que notaron que había ciertas contradicciones. Entonces, para ya no regarla más, decidieron retirar los cargos en contra de la médica.
El caso aún no termina, por lo que Azucena Calvillo se ha negado a hablar sobre la supuesta tortura a la que fue sometida durante su detención y que fue revelada por diputados del Partido del Trabajo. Además, la fiscalía debe aclarar quién, entonces, es la persona que aparece en los videos con los que se intentó responsabilizar a la médica de la agresión en contra del magistrado.
