El pasado 20 de febrero circuló en todos los medios la noticia del asesinato de Samir Flores Soberanes, un activista de Morelos que se pronunciaba en contra de la termoeléctrica de Huexca. Apenas unas horas habían pasado de su muerte cuando la Fiscalía del estado aseguró que su muerte estaba relacionado al crimen organizado… el problema es que ahora, 6 días después, ya “perdieron” cualquier evidencia que vinculara al activista con algún grupo delictivo.
Supuestamente, la Fiscalía había encontrado una narcomanta —un mensaje amenazante en una cartulina— en el domicilio de Samir Flores en Amilcingo, lugar donde fue asesinado. La cartulina mencionaba al “comando tlahuica” un grupo delictivo de la región. Nadie ha visto esa cartulina y mucho menos el mensaje.
Fiscalía de Morelos confirma que perdió evidencia sobre el asesinato de Samir Flores https://t.co/Htt7h1ypfg
— Proceso (@revistaproceso) 26 de febrero de 2019
El fiscal general de Morelos dijo que alguien “la sustrajo” del lugar y que por eso no está en la carpeta de investigación del delito. “Pudo haber sido la familia”, decía con certeza.
Sin embargo, de acuerdo a Jaime Luis Brito, periodista de Proceso, ninguno de los compañeros de Samir Flores que llegaron al lugar del ataque observó la cartulina, tampoco nadie de los que fue al hospital. Es más, tampoco la vio ninguna persona que se quedó en el domicilio del activista asesinado.
La única “prueba” —pónganle muchas comillas— que ofrecen las autoridades del estado es que hay una fotografía de la cartulina que tomaron unos policías, pero dicen que no la pueden hacer pública.
“Nadie fuera de los funcionarios de la Fiscalía conocen la cartulina y el mensaje que fue escrito en ella”, comenta el periodista.
El fiscal de #Morelos no tardo ni cinco horas el día del asesinato de #SamirFlores en asegurar que estaba relacionado con el crimen organizado y no con su oposición al PIM y a la termo. Ahora no sale con la jalada de que perdió la supuesta cartulina que contenía un “narcomensaje”
— Jaime Luis Brito (@Patrio74) 26 de febrero de 2019
De mientras, las autoridades aseguran que el asesinato de Samir Flores no tuvo nada que ver con sus labores de activismo en contra de la termoeléctrica, sino que es por sus nexos con el crimen organizado… la cosa es que la única prueba que han presentado para sustentar esa teoría está perdida.
*Con información de Jaime Luis Brito/ Proceso