En Finlandia también se acercan las elecciones y aunque son las municipales —y serán en un par de semanas— ya ronda un clima de polémica en torno a las autoridades, en este caso de la primera ministra Sanna Marin, cuyos desayunos estuvieron en el ojo del huracán no por su costo, sino porque no estaban estipulados en la ley. ¿Cómo?

Sí, por esos lares surgió una discusión, tras la investigación hecha por el medio finlandés Ilta-Lehti sobre los desayunos de la primera ministra y cuyo costo es cargado al erario.

Es decir, que los finlandeses y las finlandesas han pagado por los desayunos de la primera ministra y su familia, pese a que esos gastos no están contemplados por la ley —de este lado del continente se pensaría que igual por el cargo, los desayunos o la comida corren a cargo del Estado, pero así no funciona en Finlandia.

Y justo por esta circunstancia, Sannna Marin anunció que de ahora en adelante pagará sus desayunos y los de su familia. Va la historia.

La polémica en Finlandia por los desayunos de Sanna Marin, primera ministra

En esta discusión no estaba tan claro si el pago de los desayunos de la primera ministra corrían a cargo de la ciudadanía.

De acuerdo con Ilta-Lehti, el gobierno de Finlandia gastaba alrededor de 300 euros al mes —algo así como siete mil 200 pesos— en el desayuno familiar de Sanna Marin, ya que la exjefa del ayuntamiento de Tampere vive con su familia en la residencia oficial de Kesäranta (lo que en México hubieran sido Los Pinos o en todo caso, Palacio Nacional).

Foto: Emmanuele Contini-Getty Images.

El punto aquí es que esta publicación levantó la polémica al señalar que —por protocolo— quien ocupe el cargo de primer ministro o primera ministra tiene derecho a comidas frías y desayunos sólo cuando residan en Kesäranta, de lo contrario, las comidas corren a cargo de la billetera del funcionario o la funcionaria en cuestión.

Y este beneficio pues ya lo habían disfrutado otros primeros ministros —aunque muchos no llegaron a vivir ahí, así que los desayunos que se servían eran considerados como una excepción. Pero ahora este rollo se enfocó en Sanna Marin. ¿La razón?

Foto: Thierry Monasse-Getty Images.

Hubo quienes se remitieron a la Ley de Remuneraciones Ministeriales, que si bien le da chance al primer ministro o la primera ministra de tener una casa —costeada por el Estado y, por lo tanto, por los impuestos de la gente—, no habla de los desayunos.

O sea, la primera ministra tiene derecho a la calefacción, los muebles, el personal que atiende la casa, la luz… todo corre a cargo del Estado pero no los desayunos —o al menos estos no son mencionados en la Ley de Remuneraciones.

Total que la publicación se compartió un buen en Finlandia y llegó a medios extranjeros por lo singular de la discusión —que para una buena parte de la ciudadanía es súper importante, ya que considera que se trata de un apañón de los recursos públicos.

La respuesta de Sanna Marin

El 29 de mayo, ante el ruido mediático del caso, Sanna Marin publicó en Twitter que pagará sus desayunos y checará qué servicios cubre el Estado en la residencia oficial de Kesäranta.

Aunque más tarde, Marin cuestionó los rumores acerca de que su boda se habría pagado con dinero público y aseguró que todo lo que ella consume, compra y viste es pagado con su propio dinero.

Foto: Thierry Monasse-Getty Images.

Así las cosas en Finlandia —aunque no está de más recordar que hace unos años, en 2014, en otro país nórdico (Suecia) la viceprimera ministra tuvo que renunciar al cargo, luego de pagar dos barras de chocolate con la tarjeta de crédito que el Estado le dio para asuntos profesionales.

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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