Por Esteban Romero

Con La chica que vivió dos veces, de David Lagercrantz, la exitosísima saga Millennium llega a su fin. Ediciones Destino de Grupo Planeta publica el cierre de una serie de culto que suma más de cien millones de lectores en todo el mundo y que se ha desarrollado a lo largo de casi 15 años. Con esta entrega, Destino y Planeta se unen al lanzamiento internacional que significa el fin de una obra que ha marcado un verdadero hito en la historia de la edición. Más de 50 países publican, paralelamente, esta última entrega.

Y precisamente con motivo del cierre de esta saga, nos sentamos a conversar con Carmina Rufrancos, directora literaria de Planeta, para hablar de las particularidades del proceso editorial de un libro tan complejo dentro del ecosistema de los bestsellers mundiales.

Millennium ha sido una saga muy exitosa, se ha publicado en más de 50 países, tiene millones de fanáticos alrededor del mundo…

Sí y cine, también ha habido películas. Ha sido una saga muy importante.

Por eso me gustaría saber cómo ha sido el manejo y la planificación editorial, sobre todo con una serie de libros tan importantes y que llevan ya tantos años.

Si, aquí en México salimos en 2010 con el primero y la verdad es que nos tomó por sorpresa. No creíamos que fuera a ser tan grande como lo ha sido y fue un gusto enorme porque son unos personajes que no se habían visto antes en la literatura. Lisbeth Salander se volvió un personaje increíble y que además consiguió una empatía con un número muy importante y muy diferente entre sí del tipo de lectores; no es un personaje con el que uno pensaría que tu abuelo se identificaría, pero una enorme cantidad de gente adulta que uno creía que a lo mejor no podía empatizar con un personaje así ha empatizado.

Fue una locura. Además es muy emocionante porque, personalmente, como lector, cuando me topo con esos libros que no te dejan dormir, que estás todo el tiempo pensando “¿Y a qué hora me puedo ir para seguir leyendo porque no puedo más?” es muy emocionante. Éste fue uno de esos libros que generó una adicción por seguir leyendo y saber qué iba a pasar con Lisbeth Salander.

Y justo hablando del personaje de Lisbeth Salander, ella tiene un papel muy relevante en Millennium, no sólo dentro de la misma obra, sino como punto de quiebre en la estructura tradicional de la novela negra porque, si bien existen grandes ejemplos de mujeres detectives en este tipo de novela (Miss Marple, Cordelia Gray, etcétera), el molde que sigue predominando es el de un detective hombre…

Y la chica a la que hay que rescatar.

¡Sí, exacto! Y aquí el papel se invierte por completo de entrada porque Salander ejerce una libertad de elección admirable en cada aspecto de su vida.

Claro y aquí ella es la que va moviendo la historia todo el tiempo. (Mikael) Blomkvist le sirve un poco más para resolver problemas y avanzar en la historia, pero ella es la que empuja todo el tiempo a que ocurran cosas. Creo, además, que algo que me gusta particularmente del personaje es que rompe estereotipos. Por un lado, esto que mencionas de que no es la chica en la novela negra a la que hay que rescatar y la pobre víctima, sino que ella es alguien que busca justicia.

Por otro lado, es un personaje al que normalmente estamos acostumbrados a asociar negativamente por sus características físicas con comentarios del tipo: “ah, seguro esa chica punk con ese corte de pelo que se la pasa en las computadoras es una loca drogadicta criminal”; cuando en realidad, en la novela, sucede todo lo contrario con Salander. Entonces eso me parece que es muy importante en la novela y en la saga: busca romper estereotipos. En el caso de Lisbeth es muy fuerte, pero creo que el texto en general promueve el hacer pararnos frente al mundo y lo que vemos qué pasa desde otro lugar y con otra mirada mucho más amable. Empatizar con el otro independientemente de su género, de cómo se viste…

Foto: Yellowbird Productions

Otra cosa que te quería preguntar tiene que ver con el cambio de autor. Supongo que fue un relevo difícil tomando en cuenta el éxito obtenido con Stieg Larsson. ¿Cuál era la expectativa aquí en la editorial respecto a este cambio? ¿Esperaban una buena respuesta del público?

Más que difícil para nosotros, fue una decisión dura para la familia y creo que no se equivocaron al elegir a David (Lagercrantz). Creo que desde la primera novela que escribió fue completamente fiel a lo que Stieg Larsson había plasmado en las novelas anteriores y también existía la total confianza porque Larsson había dejado muy avanzada la cuarta novela. No había escrito de manera lineal pero dejó muchos fragmentos y notas. La creación de estos personajes le tomó tiempo y había mucha documentación en la cual basarse para poder continuar lo que él había escrito en las primeras 3 novelas.

Sí, pero además podía existir un conflicto entre la voz de este nuevo autor y la voz a la que estaba acostumbrado el lector, sobre todo cuando sabes que la recepción del libro está destinada a un gran público con ciertas expectativas ya construidas…

Sí y unos personajes tan bien definidos, tan claramente perfilados. Pero la verdad es que desde la primera novela fue muy bueno. No siento que haya traicionado a esos personajes ni las historias que yo venía leyendo hasta ese entonces.

Hablando de temas de seguridad, el texto pasa por muchas manos antes de ser publicado: la del editor, el traductor, el revisor, etcétera. Cuando se trata de libros tan esperados como éste, y la saga Millennium, ¿qué medidas tienen que tomar para proteger el documento?

Se firman contratos de confidencialidad con todo el mundo y de hecho también hacemos todo el trabajo de editing ya en la parte final para todos los países donde se publica desde Barcelona. Viaja un editor de Ciudad de México, uno de Buenos Aires, otro de Colombia a Barcelona para trabajar junto con los editores en España y al mismo tiempo hacer los pequeños ajustes idiomáticos que se necesitan en cada país y para hacer viajar lo menos posible los archivos a través de Internet y que por allí pudiera existir cierto tipo de filtraciones. Pero si se manejan ciertos tipos de protocolos incluso con las imprentas, también con los libreros que no pueden poner a la venta ni en exhibición ejemplares antes de la fecha de lanzamiento internacional.

Bastantes cosas…

Si, con notarios públicos y todo un rollo (Risas).

¿Y de la trama de este último libro de la saga que nos puedes contar?

Pues contarte que finalmente termina por cerrarse la gran incógnita que se empezó a abrir desde la novela cuatro con la aparición de la hermana de Lisbeth. Ahí empieza a haber un cierre de esa historia tan personal, traumática y fuerte.

Sí, el título es un gran indicio respecto a este cierre. También, un aspecto muy interesante de la saga ha sido el acertado diseño de los libros. Siempre hay un elemento inquietante y atrayente en cada uno de ellos. 

Pues finalmente las portadas te generan un impulso, llaman tu atención y despiertan tu curiosidad para que decidas entrar al libro. Las portadas de las ediciones en español son diseños originales. Porque a veces con este tipo de títulos internacionales muchas veces se compran los derechos de las portadas originales para mantener la misma estética y en este caso se pensó que podría ser muy interesante hacer un trabajo exclusivamente para todos los lectores en español y se eligió a este ilustrador que de verdad se metió al libro y supo transmitir muy bien la fortaleza de Lisbeth y su protagonismo en la novela.

Es cierto que son muy especiales y diferentes a otras portadas, tienen una estética muy particular. Concretamente con esta serie de libros en el año en que ya estaban publicados en todo el mundo tuve la oportunidad de ver en la Feria de Frankfurt con sus editores originales, la gente de Norstedts, un póster con todas las portadas de la novela en todo el mundo y era increíble ver la diferente interpretación que se había hecho en todo el mundo.

Muchas veces existe un prejuicio negativo hacia libros que se venden tan bien, hacia los famosos bestsellers. Pero a final de cuentas habría que acercarse con mayor cuidado a algunos de ellos, considerando que son textos que le están transmitiendo algo a millones de personas que han encontrado características valiosas en él.

Yo creo que el tema de considerar que la calidad literaria está peleada con las ventas es un error tremendo que hace mucho daño a la lectura, al fomento de la lectura y a la industria editorial en general. Y me parece que gracias a libros como éste esa idea se rompe. En México, por ejemplo, Murakami es uno de los autores que más vende y quiero que alguien me diga que por las superventas es malo. Evidentemente no. Entonces a mí me da mucho gusto que novelas como ésta tengan el alcance que tienen. Ayudan a romper ese paradigma que está muy equivocado.

Sí, porque te acercas con un prejuicio al libro.

Exacto, si de por sí, en este país, y en general en los mercados latinoamericanos en este momento tan golpeados por la crisis económica, ya el tema económico es un impedimento para decidirte a comprar un libro y si además te encuentras con este tipo de trabas de “¿cómo vas a comprar ese libro que es un bestseller y seguro es una porqueria?”. ¡No, por favor! No son así las cosas.

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