Muy entretenida y en ella se desbloquean personajes muy esperados… pero a ver si esta filtración no acaba por enturbiar (más) el caso en contra de Emilio Lozoya. La FGR ya investiga este despapaye.
Desde ayer por la tarde circula en redes un documento en el que se describen más actos sucios que en un libro de Bukowski: las 63 páginas que integrarían la supuesta denuncia de hechos realizada por Emilio Lozoya para tratar de obtener, para él y su familia, el criterio de oportunidad de la Fiscalía General de la República (FGR)
En la supuesta denuncia aparecen personajes ya desde hace tiempo quemados. Ya saben, los siete exlegisladores a los que se les habría repartido sus buenos miles de pesos a cambio de apoyar la reforma energética, además de Enrique Peña Nieto (EPN) y Luis Videgaray… peeero lo que ha movido el tapete político nacional es la mención de nuevos personajes, como Felipe Calderón, José Antonio Meade y Salinas de Gortari.
Apenas uno se va poniendo cómodo y ¡pum! desde la página 2 comienza a aparecer de manera insistente el expresidente Felipe Calderón. De acuerdo con la supuesta denuncia de Lozoya, los sobornos entregados por Odebrecht en México iniciaron desde la administración del expanista y se extendieron al gobierno de EPN, reflejándose en contratos y beneficios por parte del Estado, así como en la toma de decisiones relacionadas con la política energética del país… lo cual culminó con la reforma energética.
Para lo anterior, Lozoya pone como ejemplo el contrato multimillonario que el gobierno de Felipe Calderon otorgó a la empresa Braskem, de la cual Odebrecht era accionista. “Muchos grupos mexicanos hubieran deseado un contrato así, tales como grupo Alfa o Grupo Desc. Entre otros. Sin embargo, por razones estrictamente políticas se le dio a Braskem”.
Lozoya vincula a Carlos Salinas de Gortari
A lo largo de las páginas del documento, y con más detalles que chavito ligándose a su primera novia, Lozoya explica cómo fueron armándose las transas que ahora forman el caso Odebrecht (y algunos detalles del caso AgroNitrogenados). En toda esta corrupta narrativa salen mencionados políticos que no podían dejar de ser salpicados, si de energéticos y dineros de México se habla (José Antonio Meade y José Antonio González Anaya, exsecretarios de Hacienda y Energía… en el caso de Meade, de ambas, en épocas de Calderón).
Pero el momento que seguro erizó la piel de AMLO, llega hasta la página 42, cuando por fin aparece el jefe de la mafia del poder: nada menos que Carlos Salinas de Gortari… y lo hace como personaje que mueve los hilos para convencer a legisladores del PAN de entrarle al bisne. Por su efímera, pero poderosa participación, el expresidente Salinas habría solicitados favores para su socio, el empresario Federico Martínez.
Según Lozoya, por encargo de EPN atendió a Martínez, quien le habría solicitado modificaciones de contratos… obviamente el exdirector de PEMEX se negó (seeeeeee), a lo cual el empresario le pidió tomar en cuenta que Carlos Salinas de Gortari (su socio) le echaría la mano “con sus amigos los senadores del PAN”.
Meade, Calderón, Anaya…. Todos a deslindarse
Como era de esperarse, todos los mencionados en las 63 páginas de la supuesta denuncia de hechos de Lozoya salieron a negar su involucramiento en las transas descritas por el exdirector de PEMEX. ¿Pos qué esperaban, que las aceptara?
Meade, que hasta ahora se había mantenido al margen del caso, descalificó los señalamientos de Lozoya al lamentar que la figura del “criterio de oportunidad” esté siendo utilizada para acusar sin pruebas. “Seré respetuoso de las investigaciones. Anticipé a la autoridad que estoy formalmente localizable. No habré de abonar a escándalos mediáticos”, escribió en Twitter.
Un tonito más arriba se fue el expresidente Calderón, quien acusó que el caso está siendo utilizado por AMLO como medio de venganza y persecuciones políticas. “No le interesa la justicia, sino el linchamiento, haciendo en mi caso acusaciones ridículas”.
