Lo que necesitas saber:
En las Fiestas de Apapachos de la CDMX se manifiesta el movimiento de la Ternura Radical con acercamiento respetuoso, consentimiento y cariño para profundizar los vínculos humanos.
Visite una Fiesta de Apapachos. Aunque todavía son pocas en México, estos encuentros de contacto físico no sexual los realizan activistas de la ternura que buscan promover el movimiento de la Ternura Radical como respuesta al aislamiento social.
Dentro de las Fiestas de Apapachos se practica el consentimiento, el consenso, la comunicación de límites, las habilidades para el acercamiento respetuoso y cómo profundizar en los vínculos humanos.
Dentro de las Fiestas de Apapachos
La lluvia no les impide llegar. En taxi o en bicicleta. Hay quienes viven cerca de la colonia Escandón y lo hacen a pie. Arriban de a poco. Algunas personas se conocen de otras fiestas; para otras aunque es la primera vez.
“Fue una sorpresa… estaba nervioso, porque permitir contacto físico con una persona desconocida puede resultar incómodo”, recuerda Iván Medel, participante asiduo a las Fiestas de Apapachos, cuando descubrió el concepto.
Al entrar, el primer paso es descalzarse, sacudirse al agua también.
La instrucción es dejar bolsos, mochilas, paraguas, zapatos y chipiturcos al fondo. Ya sea en el perchero, en la mesa o en el suelo.
Te recibe también Tamalli, una traviesa xoloitzcuintle a la que es mejor ignorarle para evitar que se ponga más inquieta; aunque termina por sosegarse para convertirse en una amigable acompañante durante la sesión.
Se escucha música tranquila, relajante; misma que acompaña al ambiente de la estancia del departamento adecuada con alfombras, cómodos colchones y cojines. La iluminación es tenue, pero permite visibilidad clara.
En un extremo hay una barra con botanas, agua y té que disponen para quien precise refrescarse.
Una vez llegando la hora de tolerancia para recibir a las personas, se cierra la puerta para evitar interrupciones y sobre todo, para escuchar con atención. Las instrucciones de inicio son fundamentales. La Fiesta de Apapachos comienza.
Dinorah Ponce y Ramis Lao, anfitriones, activistas de la Ternura Radical y pioneros en México de las Fiestas de Apapachos; toman la palabra para moderar el encuentro. Sentados en círculo las personas se presentan con su nombre y en esta ocasión se les pide que manifiesten aquello que desean no ocurra durante la fiesta:
- “No me gustaría que me toquen la cara”, se oye la voz de quien toma el primer turno.
- “Yo no me sentiría cómodo que me toquen los pies”, dice alguien más.
- “A mí… prefiero que no se interactúe con mi pelo”.
- “Tengo lastimado un brazo, favor de tener cuidado”.
- “Yo me espero a descubrir durante la fiesta qué sería aquello que no me haga sentir cómoda”.
Terminando esta ronda, Dino y Ramis Lao, con cariño, enumeran los acuerdos para hacer de esta reunión un espacio seguro. Traer la ropa puesta en todo momento, siempre sentirse libres de decir que no, preguntar primero si la otra persona desea la interacción física o buscarles para cualquier tipo de contención.
Acto seguido se da paso a un par de dinámicas que permiten familiarizar al grupo respecto a la interacción táctil y para relajar a quienes probablemente nunca antes se les había visto en la reunión.
Una vez iniciada la fiesta formalmente la magia comienza y transcurren poco más de tres horas de piojitos, cucharitas, masajes, caricias, baile afectivo, conversaciones y acompañamientos emocionales que se multiplican.
“No me imaginaba cómo sería, porque estamos acostumbrados a ser resistentes al afecto”, recordó Iván.
El movimiento de la Ternura Radical
Esta Fiesta de Apapachos se trata —hasta donde se sabe—, de las primeras reuniones públicas de esta naturaleza que suceden de manera constante en México y fue gracias a que Ramis, experte en construcción de comunidad y vínculos profundos; asistió a una fiesta en San Francisco, California, de la mano del experto en educación sexual y facilitador del cuddle (abrazo) consensuado Yoni Alkan.
También existe evidencia que —desde 2004— se realizan este tipo de encuentros en Nueva York a través de Cuddle Party Inc., que en español significa Fiesta de Abrazos, recordó por su parte Dinorah, experta en manejo de estrés y trauma.
Dino y Ramis, fundadores de Nectoma, una colectiva dedicada a crear “experiencias para conectar contigo mismx y con otrxs desde el bienestar” llevan a cabo este tipo de encuentros desde 2022 como un ejercicio para promover el movimiento de la Ternura Radical.
Las grandes urbes como CDMX propician alejamiento entre sus habitantes debido a que, por ejemplo, se está en constante estado de alerta y defensa.
Por otro lado, uno de los efectos que dejó la pandemia por COVID-19, así como la virtualidad que experimentamos cada vez más, es el aislamiento. Resulta necesario “reaprender a re-conectar con otras personas”, explica una de las fundadoras de la Fiesta de Apapachos.
“La pandemia fue un vacío fértil para recuperar la conexión con cosas que nos traen bienestar en un estado crítico“
En Nectoma realizan talleres, materiales y juegos para reclutar a más Activistas de la Ternura Radical, sin embargo, las Fiestas de Apapachos son el evento que más interés genera ya que en ellas también se practica el consentimiento, el consenso, la comunicación de límites, habilidades para el acercamiento respetuoso, así como profundizar en los vínculos humanos para llevar este aprendizaje a la vida diaria, comentó por su parte Ramis.
Dino contó que las Fiestas de Apapachos pueden entenderse desde una mirada política y social, pues en este contexto de violencia en México, el hecho de promover la cultura del afecto consensuado y con respeto podría revertir esta situación dolorosa del país, ya que se abona a la construcción de una sociedad con otras formas de relacionarse entre sí.
También, es un espacio con la intención de que mujeres se sientan seguras en espacios donde existen otros varones y para que los caballeros deconstruyan su crianza masculina convencional; se permitan explorar su parte tierna y de cuidados fraternos.
Para acudir a una Fiesta de Apapachos es necesario ser mayor de edad para ofrecer o recibir una muestra de afecto. Es recomendable acudir con ropa cómoda, con ducha previa, evitar perfumes intensos y comer ligero.
El ser humano necesita apapachos, como comer o dormir… necesitamos sentirnos seguros y perteneciendo a un grupo
Dice la ciencia que los apapachos curan
Aunque la Real Academia de la Lengua define al apapacho como “caricia, en especial la que se hace con las manos”, la Fundación Casa de México en España la explica así: “a los mexicanos un abrazo nos puede saber a poco. Nosotros apapachamos. Apapachar es abrazar con el alma. En realidad, ‘apapachar’ tiene su origen en la palabra Náhuatl ‘papatzoa’: ablandar fruta con los dedos”.
En enero de 2024 la revista científica Nature publicó el artículo titulado “Una revisión sistemática y un metanálisis multivariado de los beneficios de las intervenciones táctiles para la salud física y mental” el cual reveló que “recibir contacto es de vital importancia”
Esta investigación realizada por el Instituto Holandés de Neurociencia y de la Universidad del Ruhr de Bochum, identificó que el contacto táctil fue significativamente efectivo para regular los niveles de cortisol, aumentar el peso en recién nacidos, así como también para reducir el dolor, los sentimientos de depresión y la ansiedad en adultos.
El estudio también evidenció que cuando son objetos o robots quienes realizan el tocamiento se logran resultados físicos benéficos similares a los que podría brindar un humano, sin embargo, existe menor impacto en lo que corresponde a la salud mental.
Para Iván Medel, el Activista de la Ternura entrevistado para Sopitas.com y quien seguirá acudiendo a estas reuniones cada vez que le sea posible; reflexionó sobre la idea de que existan más Fiestas de Apapachos y que por lo pronto celebra que el trabajo de Nectoma esté realizado de manera profesional, pues el aprendizaje “te lo llevas, por ejemplo, al trabajo, con la idea de crear entornos laborales de cuidado, de pedir permiso”.
- Fue una sorpresa, entré siendo una persona y salí siendo otra.