Cada día es distinto para Fher Val. No hay una agenda que se parezca a otra porque sus actividades diarias las definen sus propios trazos a través del muralismo, la ilustración y los tatuajes —todo arropado por los colores de la diversidad. Con mucho orgullo.
“A veces siento que soy un pequeño pulpo, porque trabajo dependiendo de lo que tenga que hacer, si tengo que hacer un trabajo de ilustradora, si tengo trabajo de tatuadora y hay veces que no soy tatuadora, soy estudiante”.
Sin embargo, en esos días movidos lo que permanece, la constante, son las redes de amor y entendimiento que Fher ha tejido consigo misma y que se han extendido con su prometida o sus lomitos, en un país que lucha por dejar atrás la sombra de la LGBTfobia.
Fher Val: la ilustración y el activismo
En Sopitas.com conversamos con la muralista, diseñadora y tatuadora Fher Val vía una serie de sesiones —interrumpidas por la mala conectividad del internet, ¡ouch!— en Zoom.
(Y lo que a continuación van a leer es una serie de reflexiones que van desde la importancia del ser hasta la empatía, en un país que adolece de la discriminación y LGBTfobia).
La egresada de Diseño Gráfico de la Universidad Anáhuac del Norte nos contó que forma parte —desde su trinchera y aunque sea casi casi un granito de arena— de esa lucha para que México reconozca y garantice los derechos de las comunidades LGBT+ (Lésbica, Gay, Bisexual, Trans y más).
De manera especial para la comunidad lésbica porque “de mis 13 a 22 años no tuve un referente abierto, era algo que no se tocaba”.
Con el tiempo, cuando Fher Val comenzó a “existir de manera abierta”, se percató de que la ilustración podía ser una forma de activismo, de alzar la voz.
“Empecé a darme cuenta de lo mucho que podía lograr empatizar con ciertas personas tratando temas de manera un poco más pedagógica porque siento que la ilustración acerca mucho, ayuda a desglosar o acercar ciertos temas”.
Aunque no fue un proceso de la noche a la mañana.
Ser lesbiana, ilustradora y visible
“Si bien en mi profesión mi orientación no ha sido un tema, en mi vida en general, sí”.
La “chilanga de nacimiento” y “sateluca de corazón” recordó cómo ser mujer y lesbiana era un imán para la discriminación —lo sigue siendo para muchas mujeres lesbianas, bisexuales o trans.
Desde su entorno en una escuela de monjas hasta las calles, donde tenía que fingir que era amiga de su novia para que no las señalaran por faltas a la moral.
“En mi adolescencia nunca pude hablar abiertamente de esto. Hay cosas que siento un poco que la sociedad me robó, por así decirlo, hablar abiertamente de mi primer amor, poder sentir como esta emoción cuando se juntaban mis amigas para hacer cartitas… finalmente, todo lo que hice lo tuve que hacer a escondidas porque si me preguntaban, pues, ¿qué iba a decir?”.
Hasta que la ilustradora se dio cuenta de que con sus trazos estaba dibujando su propia historia.
Y no sólo eso, que esa historia podía cambiar y ser visible.
“Ahorita hablar de un amor libre me hace sentir que no solamente estoy apapachando tal vez a esa adolescente, sino que estoy llegando a una actual adolescente que dice: ‘Ah, mira, no está mal, se puede amar perfectamente a otra mujer”.
Cada persona puede ser su propio referente
Ser visible, entre otras cosas, es importante para Fher porque puede ser un referente para otras personas que aún no pueden vivir en plenitud su orientación e identidad.
Un referente que se sale de los estereotipos y estigmas aún enraizados en la sociedad mexicana.
Y que se moldeó ante la ausencia de otros, también pese a las malas experiencias dentro de las mismas comunidades.
Así, Fher Val llegó a la conclusión de que —pese a los estereotipos y gracias a la diversidad de las comunidades LGBT+— cada persona puede ser su propio referente, su propia voz.
Que no es necesario seguir un modelo, cuando lo importante es escucharte a ti misma.
“Que el privilegio no nos nuble la empatía”
“Hay una frase que me dijo Ofelia Pastrana que no se me va a olvidar y llevo como estandarte en todos los Prides: ‘Que el privilegio no nos nuble la empatía”.
Para Fher Val hay muchas luchas dentro de la comunidad lésbica y, por lo tanto, todas las expresiones deben ser reconocidas.
Si bien la muralista ha enfrentado diversos episodios de discriminación, sabe que hay una especie de privilegio en ser una mujer lesbiana cis ante las situaciones que las mujeres trans, por ejemplo, atraviesan.
Algo similar sucede entre ese activismo que se grita y el que se hace desde la introversión, porque “no hay una sola forma de vivir y expresar tu orgullo, tú puedes hacerlo de la manera en que consideres sea la mejor“.
Honrar la lucha
La también exestudiante de la Universidad Complutense de Madrid —que descubrió en la ilustración de autor un camino aún más definido, aunque su trabajo la llevó a hacer tatuajes— no olvidó mencionar que esto que vivimos, lo que presenciamos es una lucha que debe ser honrada, sobre todo por las comunidades LGBT+.
Un ejemplo es el matrimonio igualitario:
“Las personas hetero lo ven más como una imposición social. Pero en mi realidad, estoy segura de que antes (del matrimonio igualitario) había personas que no se podían casar aún queriendo… entonces, esto es una manera de venerar esa lucha”, dijo.
En 2021 Fher Val le propuso matrimonio a su novia frente al Palacio de Bellas Artes —en CDMX— y con la ayuda de un buen número de seres queridos que desde la Latino formaron el mensaje: “¿Te quieres casar?”.
El “conmigo”, lo llevó Fher en su mano, como una revolución.