Después de lo del pato pekinés y el restaurante carísimo de París, a la Fiscalía General de la República (FGR) se le llenó el buche de piedritas y Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, dejó de disfrutar del acuerdo que tenía.
Lozoya permanece en prisión preventiva, doble, desde el 3 de noviembre del año pasado, pero hasta este 5 de enero la FGR lo acusó de manera formal de tres delitos: lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho solo por el caso de Odebrecht.
Por estos delitos, Lozoya podría alcanzar hasta 39 años de prisión.
Pero no es el único embarrado.
De acuerdo con fuentes ministeriales, citadas por Animal Político, la Fiscalía también pidió que la mamá de Lozoya, Gilda Margarita Austin Solís, sea enjuiciada por lavado y asociación delictuosa. De ser declarada culpable, podría estar en prisión hasta 25 años.
La FGR contra Lozoya
Fue el 3 de noviembre del 2021 cuando tras declararse inocente de todos los cargos y buscar un acuerdo reparatorio, el juez del caso Odebrecht dictó prisión preventiva por el alto riesgo de fuga.
En esa audiencia la FGR afirmó que ya no le van a dar el famoso criterio de oportunidad porque lleva más de un año haciéndose pato y está obstaculizando el proceso.
Ahora la FGR argumenta que tiene las pruebas suficientes para demostrar que Emilio Lozoya recibió más de 9 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, dinero que guardó en empresas fantasma y propiedades, con ayuda de su mamá y demás familia.
Sin restaurantes: Emilio Lozoya se queda en prisión preventiva
Por esos regalillos, la constructora obtuvo contratos durante la era de Enrique Peña Nieto, mismos que se entregaron sin licitaciones públicas y en condiciones no tan buenas para el Estado mexicano. Por la gravedad de los delitos en su contra y su entonces puesto de alto nivel, el Ministerio Público considera que deben imponerse las penas máximas.
