Esto, evidentemente, esto va más allá del cargo por “desobediencia” que enfrentaban los militares. Ahora, es la Fiscalía General de la República (FGR) la que está imputando a los uniformados por el asesinato de cinco jóvenes de Nuevo Laredo, el cual se registró hace unas semanas.
De acuerdo con medios como Animal Político y Proceso, ya es un hecho la imputación de cuatro militares involucrados en el asesinato de los jóvenes de Nuevo Laredo. Según se indica, se les acusa de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.
La imputación de los militares sucedió ayer, indica Proceso, durante una audiencia realizada a distancia en el Centro de Justicia Penal Federal de Tamaulipas. En ésta, los uniformados comparecieron por videoconferencia y fueron informados de los cargos en su contra.
No obstante, todavía no se sabe si los susodichos serán vinculados a proceso, ya que la defensa de estos pidió la duplicidad del plazo constitucional… aunque, igual y será mañana que nos enteremos, ya que el juez indicó que la audiencia continuará este 12 de abril, a las 16:00 horas.
A pesar de que los hechos por los que son imputados los militares ocurrieron apenas el 26 de febrero, es necesario recordarlos: la madrugada de ese día, los miembros de la SEDENA habrían perseguido a un vehículo en el que unos jóvenes regresaban a casa luego de una noche de fiesta. Y así, sin aparente justificación, dispararon para matar a cinco y dejar herido a otro.
De acuerdo con la primera versión de la SEDENA, los militares que patrullaban por Nuevo Laredo abrieron fuego porque, según, se asustaron debido al ruido del impacto del vehículo de los jóvenes… ¿una explicación ridícula? Pues…
Pues sí: Rápido cayó la versión de los militares, primero, porque se informó que las víctimas iban desarmadas y, luego, gracias a que El País reveló el resultado de las autopsias realizadas a los jóvenes de Nuevo Laredo. Se constató que una de las víctimas murió debido a un disparo directo en la cabeza.
Y todo este caso comenzó a desmenuzarse debido a que, luego del asesinato de los jóvenes, familiares de estos increparon a los militares y esto quedó grabado en video. Una situación tensa, ya que uno de los uniformados llegó a disparar para dispersar a la turba que exigía explicaciones.
El caso de Nuevo Laredo fue denunciado por el Comité de Derechos Humanos local, mientras que la Comisión Nacional de la materia se limitó a señalar que, en efecto, los militares ejercieron uso ilegitimo de la fuerza… aunque sin recomendar responsabilizar a mandos por lo sucedido.