Para tristeza y decepción del electorado y pese a su inmensa popularidad, a su carisma y arrastre entre el pueblo, el buen Gerardo Fernández Noroña ha optado por no aparecer en las boletas electorales del próximo año.

Bueno, ya en serio. El aguerrido experredista presentó ante el Instituto Nacional Electoral (INE) un documento en el que declara que no será candidato presidencial como lo había avisado hace unos meses. La sorpresiva renuncia – señaló el activista, amante de las “protestas cívicas” – es para no ser “un tonto útil de la derecha”, ya que pronostica que en los próximos comicios “habrá fraude” y no se reconocerá el inminente triunfo de un candidato de la izquierda.

Y así, ¿pa’qué? “No me prestaría a jugar un papel de esquirol”, señaló el poco ortodoxo político en el texto en el que, de paso, pide a los consejeros del INE renunciar a sus cargos, ya que a todas luces son “una mayoría leal al PRI”.

¿Y ahora por quién voto? preguntarán los millones de personas (es un decir) que ya estaban bien puestas para dar su sufragio a Noroña. Pues bueno, él mismo señala que, ahora que ya no será parte de la contienda, la única opción es Andrés Manuel López Obrador. De hecho, el exlegislador denuncia que sólo por ir en contra del tabasqueño hubiera asegurado todo lo necesario para levantar su campaña presidencial. “Los malosos se propusieron ayudar y si yo acepto atacar a López Obrador me dan las firmas, me dan dinero y me dan acceso a medios y todo…me hicieron llegar ese ofrecimiento”.

Aunque señala que lo suyo era ser presidente, no descarta ser postulado al Senado… pero eso ya será decisión de Morena, partido en cuyas encuestas él aparece como serio contendiente. “Si deciden que los puedo ayudar como candidato será un gran orgullo y si deciden que no, está claro que no participaré en este proceso”.

Además de avisar que no se cuente con él para la contienda electoral (al menos la presidencial), Fernández Noroña expuso diversas consideraciones relacionadas con el actual panorama político. Por ejemplo, que el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, es un “racista y clasista”, como quedó demostrado en una de sus conversaciones telefónicas que se hizo pública… y pese a ello, ahí siguió en su cargo, gracias a que “se ha subordinado de manera absoluta” al “desgobierno” de EPN. Resultado de esa subordinación (misma que demuestran otros consejeros), es que el árbitro electoral ha dejado pasar diversas irregularidades que se han presentado en diversos comicios: en el Edomex “ganó la candidata de Morena, Delfina Gómez (…) el INE ha sido cómplice de un nuevo fraude electoral en México”.

Polémico y no muy del agrado de varios, pero ahí están los señalamientos de Noroña. Hagan equipos de tres y discutanlas.

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