En lo que significa la primera entrevista extensa después de su destitución de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales -Fepade-, Santiago Nieto, ex fiscal electoral, aseguró que fue despedido para tratar de detener varias investigaciones que se habían iniciado por los supuestos sobornos del caso Odebrecht, así como por el supuesto financiamiento ilegal de la campaña en 2012 del presidente Enrique Peña Nieto.
La nota publicada por The Wall Street Journal, refiere que varios ex funcionarios de Odebrecht han declarado bajo juramento a fiscales brasileños que para asegurar los contratos con el gobierno mexicano, pagaron 10 millones de dólares en sobornos a Emilio Lozoya -entonces principal ayudante de Peña Nieto-. Las transcripciones fueron vistas por el diario estadounidense y señalan que aproximadamente 4 millones de esa suma fueron entregados en 2012, año en que Peña fue elegido presidente.
Tiempo después, cuando Lozoya se convirtió en jefe de Pemex -diciembre de 2012- el resto fue entregado.
Fue entonces cuando Odebrecht ganó contratos con Pemex por al menos 1.5 millones, hasta que finalizó el mandato de Lozoya en 2016. Curiosamente antes la compañía solo había ganado un contrato de construcción por 317 millones en 2005.
Emilio Lozoya rechazó todas las acusaciones e incluso acudió a declarar voluntariamente a la PGR, al momento no ha sido acusado de ningún crimen.
Santiago Nieto narró que antes de su despido había solicitado información bancaria de las Islas Caimán, declaraciones juradas y otros documentos a las autoridades brasileñas con el objetivo de decidir si habían pruebas suficientes para presentar cargos contra Lozoya.
El gobierno mexicano argumentó, en su momento, que el ex fiscal fue despedido por divulgar ilegalmente detalles de una investigación activa, ya que unos días antes había dado una entrevista en la que sugirió que Lozoya le había enviado una carta presionándolo para que abandonara las investigaciones. Poco después Lozoya hizo pública la carta en donde solo le había pedido que lo llamaran a testificar.
Además dijo que después de ser despedido fue convocado a un hotel por un alto funcionario, quien le dijo que “el gobierno quería mantener una buena relación con él” ofreciéndole dinero para “ayudarlo” mientras no tenía trabajo. “Intentaron comprarme para que guardara silencio, a lo que respondí ‘lo siento, pero no puedo recibir dinero de Peña Nieto‘” comentó.
Pero los esfuerzos por callarlo no terminaron ahí.
Asegura que le enviaron fotos anónimas a su esposa -de Santiago Nieto con otra mujer-, por lo que su matrimonio terminó. Posteriormente una serie de mensajes amenazadores a través de cuentas anónimas de Telegram, incluida una amenaza de muerte
Ahora dice que teme por su vida y por la de sus dos hijas.
Hay que mencionar que el escándalo de Odebrecht ha concluido en cargos penales contra los ex presidentes de Brasil y Perú, pero en México el resultado ha sido un poco distinto.
Brazilian firm Odebrecht’s bribery scandal led to high-level charges in Brazil and Peru. In Mexico, it resulted in a prosecutor’s dismissal https://t.co/ntk5WQS1cF
— The Wall Street Journal (@WSJ) 14 de marzo de 2018
Foto destacada: ElMundodelAbogado