¿Pues qué no lo había intentado con México Libre? Ejem… ustedes hagan de cuenta que no y que la idea de Felipe Calderón de verdad es lo que necesita nuestro país.
A pocos días de saber cuál será el destino de quien fuera su brazo derecho en cuestiones de Seguridad, Felipe Calderón prefiere no hablar de cosas gachas y enfocarse en otros asuntos… como la forma de ver cómo le dan chicharrón a Morena en 2024.
En una columna publicada en Reforma, el terror de las barras libres señaló que para México hay de dos sopas: o reorganizar al bloque opositor que ya existe o, de plano, crear un nuevo partido político.
Lo anterior, según Calderón forma parte de un plan para salvar a México, porque “lo único que puede salvar a México es una ciudadanía organizada”… como si de verdad fuera la ciudadanía (aquella formada por lo que los políticos gustan llamar “el ciudadano de a píe”) la que se la pasa creando partidos políticos.
Pero bueno, suponiendo que así es, el expresidente Felipe Calderón considera que es buena idea para que esta ciudadanía se organice (más bien, sea organizada) y, así, “lograr una resurrección de la oposición política a fin de evitar la caída de México en una dictadura populista del siglo 21 corrupta, incompetente y autoritaria”.
Felipe Calderón no dijo mucho de la creación del nuevo partido. En ésta que parece que será la primera de muchas columnas que se aventará, se dedicó a exponer cómo sería eso de unificar a la oposición.
Para empezar, propone que todos los partidos de la oposición hagan un acuerdo para renovar de forma integral sus militancias. Esto, según , para que la ciudadanía se anime a participar de verdad. Y luego, ya con padrón de militantes “reconstruido”, establecer lo que será la elección de candidatos para el 2024.
Lo anterior parece la misma cantaleta que siempre se hace cuando un partido dice que, ahora sí, se va a renovar… pero el expresidente dice que ni modo: es lo que hay. “Por ahora es lo único que hay con posibilidad legal de postular candidatos y participar electoralmente”.
En su columna, que resume todo un chorote que se aventó ahora que participó en el XX aniversario de la Fundación Internacional para la Libertad (creada por Mario Vargas Llosa), Felipe Calderón aceptó que hay un pequeñísimo problema para que su plan jale: “El divorcio entre política y ciudadanía”.
Pero nomás que se solucione eso y papas: “Si logramos hacer que política y ciudadanía sean categorías equivalentes de vida pública, si logramos que los ciudadanos sean los nuevos políticos, estaremos en una ruta de solución para México”.
