Los niveles de inseguridad y violencia que se viven en México afectan a todos y todas por igual: tanto a quienes viven en nuestro país como a las personas que sólo vienen de vacaciones o pasan por territorio mexicano. Tal y como le ocurrió recientemente a una familia que desapareció en Nuevo León y que ha puesto al FBI a emprender una búsqueda.
Se trata de Gladys Cristina Pérez Sánchez, una mujer de 39 años que radica en Laredo, Texas, y quien viajó a Nuevo León para visitar a su papá, quien se encuentra delicado de salud. Al viaje la acompañaron sus hijos Juan Carlos González, de 16 años, y Michelle Cristina Durán, de 9. Desde el pasado 13 de junio no se sabe de ellos.
Una mujer y sus hijos salieron de Texas para venir a Nuevo León
El domingo pasado los tres salieron del municipio de Sabinas Hidalgo, en Nuevo León, con la intención de regresar a su hogar en Texas. La mujer y sus hijos viajaban en un auto Chevrolet Sonic modelo 2014 color amarillo con las placas NBX 4740 de Texas, sin embargo, perdieron comunicación con sus familiares una hora y media después de haber emprendido el viaje de regreso
De acuerdo con testimonios que los familiares de Gladys Cristina dieron a Excélsior, creen que la mujer y sus hijos pudieron ser privados de su libertado en el municipio de Laredo, Tamaulipas. Por ahora ya pidieron ayuda al FBI, pues aunque denunciaron la desaparición ante las autoridades de Nuevo León, poco han hecho al respecto.
El FBI ya emprendió una búsqueda en nuestro país
“Nos comunicamos con el Gobernador y él fue quien dio la orden de emitir la alerta Amber pero ya son muchos días sin saber de ellos”, indicó Israel Garza, familiar de Gladys Cristina, a dicho portal al que detallaron que Gladys y su familia siempre usan la carretera Monterrey-Nuevo Laredo cuando viajan de Texas a México.
Considerando que en Nuevo Laredo se han reportado varias desapariciones forzadas, ese es el lugar donde la familia de Gladys cree que ella y sus hijos fueron interceptados. Por ahora esperan que el Ministerio Público pueda dar con la ubicación en donde los celulares de la mujer y sus hijos estuvieron conectados por última vez, y que les quitó la posibilidad de llegar a la frontera con Estados Unidos.
