Lo que necesitas saber:

La atracción hacia personas que cometen delitos se llama hibristofilia, y el fandom del feminicida Wade Wilson es un preocupante precedente.

Las redes sociales han revelado la existencia de grupos de fans —fandom— dedicados a Wade Wilson, el feminicida de Florida sentenciado a pena de muerte tras quitarle la vida a Kristine Melton y Diane Ruiz.

La fascinación por un criminal tiene un nombre, y es hibristofilia. Es más común de lo que se piensa, y en realidad, genera un choque con la justicia al romantizar el actuar delictivo. 

El fandom de Wade Wilson

En 2019, Kristine Melton y Diane Ruiz fueron víctimas de feminicidio por parte de Wade Wilson. Por esta razón, fue condenado a pena de muerte por tras un juicio de las autoridades judiciales del estado de Florida en Estados Unidos. 

Pese a ello, en internet encontramos grupos de fans que admiran al criminal. El fandom de Wade Wilson ha generado un sinfín de cartas, camisetas estampadas con su rostro o cuentas en redes sociales que demuestran no sólo su afecto o admiración a pesar de haberlo encontrado declarado culpable por el doble feminicidio. Sin embargo, ellos asumen que su inocencia.

El fandom del feminicida Wade Wilson… y no es el único // Foto: Reuters

“Adoro la sua risata. I love his laugh (Me encanta su risa. Amo su risa)”, dice @stelladimare00000 en TikTok.

“Me duele mucho verte buscando algún familiar o amigo en la Corte. No estabas solo, estábamos nosotras”, expone @wade_wilson190 en un video de la misma red social. 

¿Y si lo hacemos modelo, qué les parece soñar un poco con nuestro guapo?”, cuestiona @fresitalinda170

Son millones de vistas y likes a videos o fotos que manifiestan cierta fascinación hacia el feminicida. Incluso, la cuenta de TikTok @wadestevenwilsonofficial redirecciona a un link donde aparentemente el fandom de Wade Wilson puede realizar donativos económicos.

El fandom del feminicida Wade Wilson… y no es el único // Foto: Reuters

“Es algo irracional, injustificable…”

En un contexto donde la violencia contra las mujeres —particularmente en México— se traduce en casos de feminicidios, resulta preocupante la existencia de este tipo de fanáticos hacia un feminicida, explica María de la Luz Estrada Mendoza, socióloga y directora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.

En la actualidad, no se ha registrado la disminución del delito, sino al contrario, hay deficiencias al interior de las Fiscalías con investigaciones sin perspectiva de género que alimentan el subregistro oficial.

“Es algo irracional, injustificable y absurdo el apoyo hacia este tipo de criminales que han privado del proyecto de vida de las mujeres”

La socióloga afirmó que el manejo mediático de los casos manipulan la información para disipar un entendimiento colectivo sobre la gravedad de un feminicidio, incluso antes de la aparición de las redes sociales en donde las coberturas fomentan subimaginarios de los delincuentes por ser considerados atractivos. “Existen más historias como la de Wade Wilson y su fandom“, detalló Estrada.

El fandom del feminicida Wade Wilson… y no es el único // Foto: Reuters

Se ha visto que lo están nombrando como un personaje de los cómics, incluídos los medios de comunicación. Al buscarlo en Google lo constatamos, pues las notas de prensa no se refieren a él como un feminicida, sino como el personaje ficticio”, dijo la maestra en Derechos Humanos y Democracia.

Este tipo de percepciones romantizan a los delincuentes y sus actos. Sin embargo, lo más grave es que también repercuten en las decisiones judiciales a favor de los victimarios. La experta recordó el caso de un feminicida al que, por tener estudios universitarios, el juez asumió que era una persona “inteligente y lúcida” y no se le podía considerar un feminicida.

También, Estrada rememoró el caso de la saxofonista y sobreviviente de un ataque con ácido, Maria Elena Ríos. Aquí, la familia del agresor construyó una campaña mediática para descalificarla y presentar al agresor como inocente. 

“Estamos frente a un círculo vicioso, pues este tipo de narrativas mediáticas y virtuales refuerzan la conducta machista y patriarcal, dejando a un lado el hecho de que son feminicidas, no héroes. En la mayoría de los casos se coloca a las víctimas como responsables de lo que les ha sucedido, lo que demerita la lucha que se ha perseguido para visibilizar la violencia sistémica en contra de las mujeres”, explicó la activista.

Sin voz para las víctimas en el fandom de Wade Wilson

Al escribir en el buscador de Google, “¿Quiénes fueron las víctimas de Wade Wilson?”, el algoritmo de búsqueda sólo despliega ligas que hace referencia a él, a su biografía o a su apodo en relación al personaje del cómic. No hay nada sobre Kristine Melton y Diane Ruiz.

Hibristofilia, más común de lo que crees

La atracción sexo-afectiva hacia personas que comenten delitos se llama hibristofilia. Cuando los o las infractoras de la ley llegan a ser altamente mediáticos, la admiración puede incrementarse en intensidad y en número de seguidores, aseveró José Carlos Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Criminología y Criminalística.

“Justifican el acto delictivo sin importar que hayan cometido una atrocidad como una violación, un asesinato o un robo armado”.

El fandom del feminicida Wade Wilson… y no es el único // Foto: Reuters

El experto recordó el caso de Diego Santoy Riveroll, autor del doble infanticidio ocurrido en el 2006 en la colonia Cumbres de la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Aunque está cumpliendo una sentencia de más de 71 años, se formaron clubes de fans de admiradoras —incluso se llegó a saber que contrajo matrimonio con la presidenta de una agrupación y tuvieron un hijo. 

“Página de apoyo al hombre cuyo único delito ha sido el de robar nuestros corazones. Mal llamado el asesino de Cumbres: Diego Santoy Riveroll es inocente”, alude la descripción de un fanpage en Facebook aún vigente, creada el 19 de agosto de 2014 y que actualmente tiene 4 mil 700 seguidores.

Aunque no existen métricas oficiales sobre la hibristofilia en nuestro país, lo cierto es que se tiene identificado que en México es más común de lo que parece —no solo en el fandom de Wade Wilson—, e incluso podría superar a otros países, contó para Sopitas.com el especialista.

No obstante, a través del estudio hibristofilia, más común de lo que se cree, realizado por el criminólogo, se han registrado nueve causas que motivan esta preferencia.

Causas de la hibristofilia

En primer lugar, porque los y las admiradoras consideran que podrían ejercer cierta influencia para cambiar y que dejen de ser delincuentes.

En segundo término, refieren su afecto al hecho de que, por estar privados de la libertad, el o la infractora le guardarían fidelidad por estar en cautiverio.

La tercera causal responde al deseo de proteger a los criminales y suplir una carencia de amparo experimentada durante la infancia.

El informe reveló que la cuarta motivante para admirar a un infractor o infractora de la ley corresponde a la creencia de que, pese a sus actos, en el fondo son personas de bien.

Desear estar con alguien que delinque para tenerle bajo control; buscar protección por una proyección de ausencia; o el deseo de formar parte de la popularidad que ha obtenido por su fechoría, son la quinta, sexta y séptima razones por las cuales una persona es hibristofílica. El factor erótico o la atracción sexual se vuelve un componente sustancial, y por eso ocupa el octavo lugar del ranking.

Por último, la correlación entre la criminalidad con fuerza y poder, se deriva en el deseo —consciente o inconsciente— de buscar la protección de un perfil de esta naturaleza y con ello obtener un sentido a la vida. 

Esta investigación documentó el testimonio de 100 personas identificadas como hibristofílicas —que no necesariamente participaban en el fandom de Wade Wilson—. El estudio constató que 85 por ciento de este universo fueron mujeres, 10 por ciento correspondió a personas homosexuales y el restante 5 por ciento se identificó con varones heterosexuales.

“Existen figuras como Sandra Ávila Beltrán, una popular narcotraficante conocida como “La Reina del Pacífico”, que atraen a los caballeros”.

El fandom del feminicida Wade Wilson… y no es el único // Foto: Reuters

El reporte también identificó que 95 por ciento de las personas involucradas en esta investigación tienen entre 16 y 31 años de edad; así como también que 13 por ciento obtuvo respuesta afectiva por parte de los criminales. 

Con base en su experiencia, José Carlos Hernández, doctor en Sistemas Penales y Políticas Criminales, mencionó que se ha identificado hibristofilia en juezas o jueces, custodios o personal técnico involucrado en el día a día de los centros penitenciarios y expertos y expertas en psicología.

¿Cultura de masas o cultura de crimen?

La hibristofilia ha ido en aumento de forma exponencial durante los últimos 20 años debido al auge de contenidos a través de medios de difusión masiva y las redes sociales que funcionan como espacios donde se erotizan a las personas que cometen crímenes y donde se romantizan los diversos delitos, incluida la violencia contra de las mujeres. 

  • ¿Se podría decir que la cultura de masas es una cultura del crimen?
  • Si. 

El también experto en ciencias forenses manifestó preocupación, pues cada vez hay más contacto de infancias y adolescentes con productos de comunicación que empatizan con la apología del delito a través de canciones, series televisivas o personajes que se convierten tendencias de la narrativa virtual, fomentado así conductas hibristofílicas.

“Estamos frente a una colonización del pensamiento”.

El licenciado estimó que si los medios de comunicación y los mensajes que se propagan en las redes sociales se unificaran para evitar las apologías al delito, probablemente se podría reducir hasta 60 por ciento de los índices delictivos en el país. 

Cabe destacar que la Red por los Derechos de la Infancia, REDIM, estimó en 2015 que 50 mil infantes y adolescentes se dedicaban a tareas del crimen organizado. De manera alarmante, para 2023 la cifra aumentó a 480 mil. Con estos últimos números, existe la sospecha de que la mayoría de los involucrados se enrolan en las filas delincuenciales por voluntad propia como resultado de la “adoración al delito, dijo el doctor Hernández.

“Se necesita más investigación sobre el fenómeno, pero sobre todo una transformación de raíz, desde la escuela con la promoción de derechos humanos y tolerancia para cambiar el chip mental hacia el respeto desde el kínder hasta la educación superior”. 

Foto: Cuartoscuro

Otros factores que promueven y refuerzan la conducta socio-criminógena, son la impunidad y la corrupción alrededor de la impartición de justicia en México, pues este contexto “envalentona a los victimarios“, conscientes de los vacíos de poder de las autoridades, mismas que llegan a ser cooptadas, voluntaria o involuntariamente, por el crimen organizado.

  • Es tierra de nadie, la delincuencia no conoce límites.

“Pienso que no todo está perdido”, reconoció el criminólogo José Carlos Hernández, quien además afirmó la existencia de “una puerta de salida”, siempre y cuando “nos unamos como sociedad en una sola voz”.

Necesitamos transformar estos hábitos tóxicos no sólo de pensamiento, sino de conducta: “Empecemos a reconstruir nuestra familia y nuestros entornos sociales como colonias, alcaldías o ciudades”.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Periodista independiente que busca incidir desde el oficio, aunque sea con poco, para un mejor país, un mejor planeta. Lo merecemos como especie. Ha colaborado para diversos medios de comunicación...

Comentarios